La Red UC Christus, el Ministerio de Salud, la Coordinación Nacional de Trasplantes, el Sename y La Moneda han salido a dar explicaciones por el caso de la niña que murió luego de que se le negara la posibilidad de ser trasplantada por su condición de "precariedad".

Daniela Belén Vargas Vargas vivía en una residencia del Sename en Castro (Chiloé) y en marzo de 2015 producto de insuficiencia cardíaca permanecía internada en el Hospital Clínico de la Universidad Católica en Santiago.

Si bien físicamente estaba apta para recibir un corazón, el Comité de Ética del establecimiento de salud consideró que su "precariedad social personal y familiar" no la hacían adecuada para el trasplante. "No se puede perder el órgano".

Según declaró el coordinador Nacional de Trasplante, José Luis Rojas, quien participó como asesor de este comité, él coincidió con ese argumento basándose en que le exigían requisitos mínimos para la intervención.

"Objetivamente con el Sename estamos trabajando todo estos casos que efectivamente generan un cierto nivel de conflicto, tratando de que se trasplanten todos los tenemos que trasplantar y se aseguren las condiciones mínimas de que ese órgano va ser y va a funcionar bien, y no que después se pierda por poco cuidado porque no hay ningún responsable", explicó.

Desde el Ministerio de Salud explicaron que se le solicitó al Sename asegurar que una persona se haría cargo de su post operatorio, "un familiar responsable", y que Daniela fuera trasladada a Santiago para siempre.