El ex fiscal del caso Caval, Luis Toledo, renunció a su designación como notario de la comuna de San Fernando, Región de O'Higgins, tras la polémica suscitada por su nombramiento.
Pese a que el nuevo ministro de Justicia, Hernán Larraín, sostuvo que se revocaría su designación, el persecutor envió un oficio a la Contraloría General de la República donde presenta su "renuncia al nombramiento de notario de la Primera Notaría de San Fernando".
Previo a conocerse esta noticia, Larraín había afirmado que "hoy día está saliendo un oficio de este Ministerio pidiendo la nómina de todos los decretos en trámite para que, una vez conocidos, decidamos cuáles vamos a retirar y cuáles vamos a continuar en su tramitación".
El secretario añadió que "el nombramiento del notario de San Fernando se va a retirar, de manera de poder revisar y tomar una decisión si se hace un nuevo concurso, que es lo más probable, o si continuamos con los nombres actuales, eso lo vamos a decidir en los próximos días".
En el citado documento enviado a Contraloría, Toledo explica en siete puntos los motivos de su decisión, entre los que destaca que, si bien cumplía con los requisitos para el cargo, su nombramiento fue objeto de "numerosos cuestionamientos públicos", los que "afectan de manera injusta y desinformada" su honra en materia laboral y personal.
En el oficio, el fiscal precisa que con esta renuncia espera despejar "las mentiras y elucubraciones mañosas de quienes han pretendido instalar e involucrarme, tanto a mí como a la función pública que desarrollo, mediante falsedades y datos inconexos, en una aparente corruptela".