El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) dio a conocer los resultados de su informe anual, el cual detalla la situación actual de los DD.HH. en Chile. Y uno de los temas que abordó fue la violencia hacia las mujeres indígenas y a aquellas que habitan en zonas rurales.
Al respecto, el documento hace mención a los movimientos feministas que recientemente han ido en aumento en Latinoamérica. En Chile, fueron las denuncias dentro de las universidades las que originaron "manifestaciones y permitieron hacer visible el debate sobre sus demandas", afirma el texto.
Sin embargo, este esfuerzo no ha surtido efecto sobre aquellas problemáticas que viven quienes habitan en territorios rurales o que pertenecen a pueblos indígenas. "Si bien lo ocurrido durante 2018 es un hito significativo para las mujeres en la lucha por el respeto de sus derechos humanos, hay algunas que aún permanecen invisibilizadas, no solo para la opinión pública sino también para el Estado", dice.
"Son las mujeres de territorios rurales y de pueblos originarios sobre las cuales nadie habla, pese a que constituyen un grupo de particular vulnerabilidad frente a la violencia", sostiene el informe.
En este sentido, cita como ejemplos "de la violencia hacia las mujeres indígenas han sido el caso de Lorenza Cayuhan, mujer mapuche privada de libertad que en octubre de 2016, daba a luz a su hija en la Clínica de la Mujer del Sanatorio Alemán de Concepción, engrillada y con la presencia de un gendarme varón en la sala de parto; y la represión y detención, por Fuerzas Especiales de Carabineros, de una treintena de mujeres mapuche agricultoras porque vendían sus productos en las calles de Temuco".
Estas realidades "permanecen invisibilizadas, no solo para la opinión pública, sino que también para el Estado".
El informe hace hincapié además en que existe una "falta de segregación de los datos estadísticos de violencia hacia las mujeres" lo que "impide conocer las realidades específicas de las distintas mujeres que habitan el territorio nacional".
"El gran hallazgo de este tema es que no hay datos, no hay nada, sabemos que existen pero nadie ha mirado a las mujeres que están en los sectores rurales y que viven grandes situaciones de violencia", comentó la directora del INDH, Consuelo Contreras, publicó Emol.
Según el trabajo, esto significa que las experiencias y realidades de las mujeres se homogeneizan y se entrega un mismo tratamiento del problema, como resultado esto "impide el diseño de políticas pertinentes y focalizadas hacia las distintas situaciones que enfrentan".
El instituto recomienda que los organismos estatales se hagan responsables de generar información estadística, "específicamente se solicita su desagregación por pertenencia de la mujer a comunidades indígenas, condición de ruralidad, edad, situación de discapacidad y diversidad sexual", explica el documento.
Además, se aconseja al Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género y a la Subsecretaría de Prevención del Delito, para que en la Encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales, se tome en consideración la muestra de mujeres en zonas rurales y que se despliegue por etnia y raza.