"Las pericias van a probar en este juicio que ellos estaban vivos e incluso conscientes cuando fueron alcanzados por el fuego provocado por los acusados", reveló el fiscal.
Juicio en caso Luchsinger: Fiscal dice que matrimonio estaba vivo y consciente cuando fueron alcanzados por el fuego
Fueron tres horas y 20 minutos los que duró la primera audiencia por el juicio oral sobre el crimen del matrimonio compuesto por Werner Luchsinger y Vivianne MacKay, ocurrido en 2013, el que se inicio esta mañana en el Tribunal Oral en Lo Penal de Temuco.
Durante esta primera sesión, el fiscal Alberto Chiffelle, presentó su alegato de apertura, en el que subrayó que éste se trataba de un ataque terrorista con el ánimo de infundir temor en una parte de la población y que los fallecidos estaban vivos al momento de ser alcanzados por las llamas provocadas por los 11 imputados, entre los que se encuentra la machi Francisca Linconao.
"Las pericias van a probar en este juicio que ellos estaban vivos e incluso conscientes cuando fueron alcanzados por el fuego provocado por los acusados", reveló el fiscal.
En esa línea, el persecutor explicó que los imputados utilizaron acelerantes que hicieron subir la temperatura a más de 900 grados Celcius, "provocando la destrucción total del inmueble y dejando intencionalmente al matrimonio al interior, provocando la muerte de ambas víctimas por carbonización".
Chiffelle dijo que este hecho es un plan elaborado y destinado contra los agricultores de la zona para que abandonen sus predios.
"Las acciones desplegadas por los acusados tuvieron como objetivo el producir temor justificado en una parte de la población de ser víctimas de delitos de la misma especie (…) La fiscalía va a demostrar que los acusados no actuaron sólo para dañar.
Su dolo no se limita a la destrucción de bienes. (…) El mensaje es claro para quienes padecen estos hechos: Es ¡váyanse porque si se quedan les puede pasar esto! Para el resto de las personas que vivimos en esta región, el mensaje es ¡no vengan porque si vienen les puede pasar lo mismo!. Infundir temor en la población", dijo.
Durante el juicio también tomaron la palabra los abogados querellantes quienes realizaron afirmaciones similares a las del persecutor en busca de condenar a cadena perpetua a 10 de los 11 acusados, mientras que para José Peralino, quien es calificado como "delator compensado" por el Ministerio Público, se solicitaron 10 años de cárcel.
Durante esta primera sesión, el fiscal Alberto Chiffelle, presentó su alegato de apertura, en el que subrayó que éste se trataba de un ataque terrorista con el ánimo de infundir temor en una parte de la población y que los fallecidos estaban vivos al momento de ser alcanzados por las llamas provocadas por los 11 imputados, entre los que se encuentra la machi Francisca Linconao.
"Las pericias van a probar en este juicio que ellos estaban vivos e incluso conscientes cuando fueron alcanzados por el fuego provocado por los acusados", reveló el fiscal.
En esa línea, el persecutor explicó que los imputados utilizaron acelerantes que hicieron subir la temperatura a más de 900 grados Celcius, "provocando la destrucción total del inmueble y dejando intencionalmente al matrimonio al interior, provocando la muerte de ambas víctimas por carbonización".
Chiffelle dijo que este hecho es un plan elaborado y destinado contra los agricultores de la zona para que abandonen sus predios.
"Las acciones desplegadas por los acusados tuvieron como objetivo el producir temor justificado en una parte de la población de ser víctimas de delitos de la misma especie (…) La fiscalía va a demostrar que los acusados no actuaron sólo para dañar.
Su dolo no se limita a la destrucción de bienes. (…) El mensaje es claro para quienes padecen estos hechos: Es ¡váyanse porque si se quedan les puede pasar esto! Para el resto de las personas que vivimos en esta región, el mensaje es ¡no vengan porque si vienen les puede pasar lo mismo!. Infundir temor en la población", dijo.
Durante el juicio también tomaron la palabra los abogados querellantes quienes realizaron afirmaciones similares a las del persecutor en busca de condenar a cadena perpetua a 10 de los 11 acusados, mientras que para José Peralino, quien es calificado como "delator compensado" por el Ministerio Público, se solicitaron 10 años de cárcel.