Oh I'm just counting

La nueva usurpación de nuestros ahorros en las AFP que Piñera evalúa a instancias de su ministro estrella. Por Ricardo Rincón G., Abogado.

La semana que ha transcurrido sigue dejando una estela de aumentos en los casos de Covid-19 y un evidente y preocupante déficit para controlar a los santiaguinos que en buen número trataron, con bastante éxito, de salir de la capital.

Ahora bien, en medio del avance de la pandemia que ya suma más de 7 mil contagiados y un poco más de 80 muertes en Chile, está pasando casi inadvertida la noticia de que el Gobierno y el Senado se preparan para un nuevo acuerdo en materia de pensiones que se materializaría mediante una segunda ley corta que pretendería abordar temas urgentes, como el beneficio de la jubilación anticipada y su posible flexibilización para ayudar a enfrentar la crisis económica que genera la pandemia, pero insólitamente, también, ciertos temas de interés sólo de las AFP.

En efecto, en la misma semana un medio de circulación nacional informó de ello en extenso y anticipó algunos de dichos temas relevantes. Curioso es ver como se coloca entre dichos temas urgentes o relevantes el de los múltiples cambios de fondos que realizan los afiliados en protección de sus ahorros, pero que se presenta antojadizamente como decisiones erradas que generan riesgo sistémico y/o un atentado a los ahorros de los trabajadores por desconocimiento del modo en que operan los mercados y sus múltiples instrumentos financieros. Por cierto sin ningún antecedente que avale ello. Curioso cuando los mismos que afirman lo anterior, olvidan que fueron ellos quienes crearon los multi fondos y eliminaron el carácter de fondo sin riesgo del Fondo E, originalmente Fondo 2 después de la crisis asiática.

Más curioso aún es que sea el propio ministro de Hacienda quien esté exageradamente preocupado del tema, mas no de las pérdidas por más de U$50 mil millones que han experimentado nuestros fondos de pensiones, sin distinción alguna, de la mano precisamente de los que dicen saber de mercado e instrumentos financieros, quienes cobran comisiones por dicha sabiduría y trabajo de administración. Tal preocupación el ministro Briones la ha manifestado a varios Senadores en extraña reacción a la legítima inquietud de estos últimos por las brutales caídas de dichos fondos de pensiones y la garrafal afectación en los ahorros de los pensionados, quienes carecen de tiempo para esperar los tradicionales anuncios de consuelo, por futura expectativa de recuperación de dichos fondos, que hace la autoridad constantemente.

En suma, una linda cortina de humo que levantan desde la industria para tapar sus propias incompetencias e irresponsabilidades en las millonarias pérdidas de los ahorros previsionales de millones de trabajadores de nuestro país. Tales pérdidas nos ha significado pasar, en menos de 6 meses, de más de U$220 mil millones totales de ahorro en nuestras cuentas de capitalización a menos de U$170 mil millones a la fecha. De paso, la dicha cortina de humo les permite a las AFP, de la mano del siempre aliado y fiel regulador, garantizar con bastante certeza un bloqueo legal total a la libertad de elección de los trabajadores, quienes pueden hoy con los cambios de fondos encontrar algún resguardo a las sostenidas y millonarias pérdidas de la industria.

Las AFP buscan materializar así, mediante una tramitación legislativa express, que esperan el impacto mediático del Coronavirus haga tan invisible como la enfermedad misma, un control total sobre los ahorros de los trabajadores, pues privar a ellos de la posibilidad y legítimo derecho de cambiarse de AFP y de Fondos es la clave para congelar por ley la participación en este mercado y, de paso, estructurar uno más rígido donde no es necesario disponer de liquidez para liquidar valores cuotas y tomar nuevas posiciones a requerimiento de los clientes y verdaderos dueños de los ahorros previsionales. De hecho se estima en no menos de U$10 mil millones los recursos que la industria de las AFP requiere mes a mes para hacer frente a esas legítimas instrucciones y requerimientos de nosotros los clientes y propietarios de dichos fondos de pensiones, clientes cada vez más preparados y conocedores del sistema de multi fondos que los defensores y administradores del mismo han generado.

Y como la industria no puede parar de maximizar sus utilidades, debe, a como de lugar, obtener un congelamiento de los movimientos de fondos de los trabajadores, decisión que los actores legislativos de derecha están prontos a consensuar, barriendo bajo la alfombra el principio de libertad de elección y de libre circulación de los bienes que tradicionalmente han dicho siempre defender. Así los que abogan por la libertad de elección de los padres en el sistema educacional, se preparan para mutilar la de los mismos padres, en cuanto trabajadores y ahorrantes, respecto de su derecho a elegir AFP y Fondos de pensiones. Superada la voluntad legislativa del ejecutivo y del oficialismo en el Congreso, falta por ver cuánto ha logrado permear la industria en los legisladores de oposición que, al menos, respecto de la mal llamada reforma de pensiones ya cedieron prácticamente todo en la Cámara de Diputados y todo indica han avanzado bastante en el Senado en cuanto a la idea de legislar.

En este contexto, propuestas como las que hemos hecho para permitir a los trabajadores el retiro de hasta el 10% de sus ahorros en las AFP y que estamos dispuestos a flexibilizar mediante, por ejemplo, una especie de “bono de reconocimiento” del Estado contra esos retiros, de manera que dichos ahorros no se vean disminuidos al garantizar el Estado su reintegro al momento de la jubilación, difícilmente serán consideradas como un tema urgente o relevante por el ministro de Hacienda o el Presidente Piñera. Al presidente y a su ministro, como a otros pocos, sus ingresos garantizados no les auguran falta de liquidez en esta crisis ni en ninguna otra.

Por ello y lejos de aceptarse nuestra propuesta como una oportunidad real para inyectar rápidamente cerca de U$ 17 mil millones a la alicaída economía nacional a cero costo fiscal y con evidente aumento del PIB y de la recaudación del fisco, será presentada sólo como una afectación de los ahorros de los trabajadores, olvidando que la única afectación real ya ocurrió con las millonarias pérdidas precedentemente señalada, al evaporarse literalmente más de U$50 mil millones de nuestros fondos de pensiones y no quedar un peso en nuestra economía nacional o familiar.

Así las cosas, los ahorrantes y trabajadores de Chile deberemos estar muy atentos a quiénes son, en definitiva, los legisladores que respaldan estas torcidas propuestas de las AFP que, como hemos señalado, permiten a ellas el control total sobre nuestros ahorros sin asumir la más mínima responsabilidad por las pérdidas ya acontecidas y las futuras que su deficitaria administración eventualmente nos ocasione.

De consolidarse lo dicho, el Presidente Sebastián Piñera y su ministro estrella deberán responder ante el país por decisiones de evidente perjuicio y/o usurpación de los ahorros de los trabajadores de Chile, y si ello no es resguardado por el Congreso de la República, por carecer de la convicción y agudeza intelectual y moral que el país les demanda, deberán hacerlo los tribunales de justicia que ya en otras áreas de evidente compromiso de bienes públicos han hecho lo que aquéllos debieron hacer y a lo que renunciaron inexplicablemente y sin siquiera pedir disculpas.