El presidente del Consejo Minero, Joaquín Villarino, aseguró a Cooperativa que una huelga en Minera Escondida le hace mal a la imagen del país, aunque sostuvo que esta medida no debería concretarse antes de 15 días.
Luego que los socios del Sindicato Número 1 de Trabajadores rechazaran la última oferta de la empresa -que contemplaba un bono de término de conflicto de 18 millones de pesos- y resolvieran aprobar la huelga con el 84 por ciento de los votos, Villarino sostuvo que "hay muchos mercados internacionales que están mirando qué fiable sigue siendo Chile".
"Si es que tenemos este tipo de paralizaciones, ya tuvimos una de 42 días hace un año y medio dentro de este mismo yacimiento, hoy tenemos a Chuquicamata con problemas, es decir, este escenario le hace mal a la imagen del país como primer productor de cobre del mundo, que es el rubro donde verdaderamente sobresalimos", advirtió.
Sobre el inicio de la movilización, explicó que "lo más esperable, lo más lógico, es que durante los próximos 15 días, son cinco más prórroga, más última oferta, etcétera, se pueden prorrogar los cinco días de buenos oficios y creo que antes de 10 días, entre 10 y 15 días, no debiéramos tener verificación de la huelga",
"Podríamos tener, tal como dice el sindicato, la huelga en cinco días más, pero me parece que si hay buena fe, buena voluntad y se trata de llegar a un acuerdo, deberíamos tener unos 10 días de buenos oficios, más la votación de una última oferta. Creo que antes de 15 días no deberíamos ver la verificación de la huelga", precisó.
"Hay que evitar intervencionismos"
Respecto a la tarea que deber realizar el Gobierno frente a la situación que se registra en la principal minera privada de Chile, sostuvo que "lo que tiene que hacer el Gobierno es vigilar porque haya un estricto respeto por el Estado de derecho. Eso quiero decir que la huelga, que es un derecho legítimo de los trabajadores, se ejerza por las vías que está prevista que ejerzan, evitando que existan espacios de violencia que muchas veces hemos sido testigos de los mismos y son graves".
"Tiene que velar porque los organismos que intervienen, como son la Dirección del Trabajo, que es el organismo que depende del Gobierno directamente, actúe de manera objetiva, ecuánime e intervenga en los espacios que tiene que intervenir, pero esto es un proceso que está en manos del mundo privado, es decir, de los trabajadores y de quienes administran la empresa, por más relevante que sea la compañía"
"Hay que dejar que siga el curso de las negociaciones y conversaciones propios y evitar intervencionismos, porque esos suelen tener malos efectos", sentenció.