"El aumento de casos notificados por VIH tiene que ver con la migración que hubo de muchos extranjeros a Chile sabiendo que eran portadores, porque aquí en Chile había tratamiento y estaba disponible", aseguró. Es una de las nociones que busca derribar el trabajo de investigación que presentó este miércoles el Colegio Médico. Titulado "¿Mito o realidad?: La relación entre migración internacional y enfermedades infecciosas", el reporte es un trabajo conjunto de la Comisión de Salud y Migrantes del organismo, del Instituto de Innovación en Medicina de la UDD y de la Sociedad Chilena de Infectología.
El trabajo fue desarrollado por once profesionales y tiene como objetivo realzar una revisión científica de la literatura internacional en torno a 12 aseveraciones que existen en el discurso público, asociadas a la supuesta relación entre la migración internacional y las enfermedades infecciosas. De acuerdo al reporte, ninguna de las creencias tiene sustento científico y se trata, en la totalidad de los casos, de mitos. No "traen enfermedades" ni "son desobedientes"
"Uno de los mitos más instalados es que los migrantes traen enfermedades infeccionas que no existían en Chile o que se han expandido, como VIH, la tuberculosis y la lepra", aseguró la past president de la Sociedad Chilena de Infectología, Jeanette Dabanch. "Estos mitos son amplios: algunos dicen que los migrantes traen enfermedades desde sus países de origen, o que la idea de que incluir a los migrantes en el sistema de salud no es costo efectivo", añade la epidemióloga social de la U. del Desarrollo, Báltica Cabieses.
Como esos, otras nociones abordadas en el documento son que los migrantes "tienen más conductas individuales de riesgo para la salud", que "les gusta vivir hacinados y por eso se enferman más", que "no saben seguir indicaciones médicas" o que "son desobedientes en los cuidados de la salud".
Para el presidente de la Comisión de Migrantes y Salud del Colegio Médico, Matías Libuy, el estudio "busca poner en el centro la necesidad de abordar una situación que llegó para quedarse, como es la migración internacional y los diversos desafíos que eso reporta desde una perspectiva sanitaria basada en evidencia y no en mitos". "Buscamos que este sea un aporte para los tomadores de decisiones y para la comunidad sin dar espacio a ningún tipo de discriminación", añade el médico.
"Si no hacemos acciones concretas para que accedan a nuestro sistema sanitario, probablemente no solo le haremos daño a su salud, sino también vamos a sufrir en conjunto como sociedad". Los investigadores proponen que el documento sea un punto de partida para "cuestionar, discutir y repensar el abordaje sobre el proceso migratorio y sus consecuencias en la salud poblacional", de cara a "un cambio social radical y desafiante que puede traer grandes aportes y beneficios si se encara de manera madura, responsable y ética".