La discusión de la despenalización del aborto en 3 causales sin duda fue una de las que generó más debate tanto en el Congreso como en la ciudadanía. Esto, porque no sólo la opinión publica instaló el debate, sino también la Iglesia, médicos e incluso los hospitales públicos y privados.

Un debate que trajo consigo cientos de comentarios, aunque los que más resaltaban eran aquellos que hablaban que existiría prácticamente “una ola de abortos” o que “las mujeres irían en masa a realizarse un aborto y decir que fueron violadas”.

Excusas baratas y hasta poco convencedoras para evitar que se promulgara la ley, la cual hasta el día de hoy enfrenta trabas pese a que ya fue promulgada. Lo cierto es que hasta ahora se han realizado solo cuatro abortos, y uno de esos casos corresponde a una niña de 12 años luego de haber sido violada.

 

El caso de la niña de Chillán

Los médicos del Hospital San José ya han realizado cuatro procedimientos por la ley de aborto en tres causales. En octubre de 2017, una menor, de 12 años, que provenía de Chiloé llegó hasta el hospital en Santiago, a realizarse el primer aborto desde la aprobación de la ley debido a que había sido violada. Allí estaba el equipo médico con mayor experiencia en ese procedimiento.

Fueron ellos quienes relataron a la Revista Sábado su experiencia de haber realizado el primer aborto legal en Chile desde que éste se despenalizó.

La menor arribó el 5 de octubre a Santiago y a las 13:00 horas llegó al hospital. Allí fue recibida por la matrona María Parra. La menor estaba en una ambulancia junto a su madre, una enfermera y una funcionaria de la Fiscalía. La niña, además, llevaba un peluche de Winnie the pooh entre sus brazos.

“Le pregunté si quería salir de la ambulancia caminando, en silla de ruedas o en una camilla. Eligió la camilla, porque quería taparse la cara. Yo le dije que no había ningún problema. La sacamos de la ambulancia en la camilla y le tapé la cara con unas sábanas. También tapé al peluche”, señaló Parra.

La trasladaron a una sala de urgencia para hacerle una ecografía y allí, la vio por primera vez el doctor Gonzalo Rubio.

“Al principio no quería que la viera un hombre. Yo le expliqué que no la iba a examinar, sino que solamente le iba a mirar la guatita. Se veía asustada ella. Por eso no quería mostrarle las imágenes de la ecografía o hacerle escuchar los latidos. No quería victimizarla”, argumentó Rubio.

 

Al terminar el procedimiento, María Parra le preguntó si estaba bien y ella le respondió que le dolía el pie izquierdo. La revisaron y pudieron comprobar que tenía un esguince en el tobillo. Debido a los nervios, se había caído en la mañana cuando salía de la ducha.

Luego pasaron a una sala cerrada en la sección de preparto. Ahí entró la matrona Waleska Romero, quien le hizo un chequeo rápido y le instaló una vía venosa. Posterior a esto, Rubio le dio una pastilla sublingual de misoprostol, un medicamento para preparar el cuello del útero para el AMEU (aspiración manual endouterina), que demora tres horas en hacer efecto. Durante todo ese tiempo la menor estuvo acompañada de Romero, su madre, la enfermera y la funcionaria de la Fiscalía.

La sedaron intravenosamente con midazolam alrededor de las 16:00. Lo hicieron antes de que ingresara a pabellón para que ni siquiera pudiese recordar esa sala. A las 17:00, la llevaron a pabellón.

Tras esto el doctor Rubio realizó el procedimiento para vaciar el útero. Fueron cinco minutos tensos en que nadie habló. Cuando el procedimiento terminó certificaron mediante una ecografía que no quedara ningún resto fetal o de placenta adentro. Rubio tuvo que separar los restos por cuestiones de evidencia judicial. Los puso en un contenedor pequeño para que los detectives de la PDI pudieran llevárselo en cadena de custodia. Con esto se podría recabar el ADN que iba a servir para formalizar al hombre que violó a la menor.

Finalmente la menor despertó en la sala de recuperación, junto a su madre diciendo que tenía sueño y preguntando por su peluche.

Nada ha sido como dijo la derecha

Sin duda el sector más conservador del país, incluyendo a los políticos de derecha, fueron quienes más trabas pusieron al proyecto, entre los dichos de la realización masificada de abortos que se realizarían en nuestro país con la ley. Pero nada de eso pasó.

Para la presidenta de la ONG “Miles”, María Antonieta Saa,  “siempre los cálculos que habían no eran más de dos en un año, lo que pasa es que para los conservadores, y los conservadores de la Cámara de Diputados, que piensan que las mujeres mienten, y que se aprovecharían para hacerse aborto sin haber sido violadas, entonces esto desmiente absolutamente este hecho, espero que en ese sector entiendan el real significado de esta ley que son tres opciones y que este dilema se termine”.

En conversación con Cambio21, la ex diputada agregó que “la mayoría de las mujeres no se aprovechan y entienden como es el aborto 3 causales”.

Con respecto a la polémica de la UC, Saa aseguró que “encuentro que el rector de la Católica tiene voces que lo contradicen en el poder de la Católica, que tiene una actitud tremendamente  conservadora, sobre todo cuando el Estado le financia muchos programas, y estos hospitales en el plan de salud de la mujer ni siquiera entregan anticonceptivos”.

 

Según nos comentó Izkia Siches, presidenta del Colegio Médico, hasta ahora han sido 70 las solicitudes, de los cuales 20 se han realizado. Si bien no confirmó la cifra, nos comentó que ese sería el número que se maneja.

Aunque sobre el tema, puntualizó que  “hemos visto que mientras no existió el protocolo el sector privado no realizó las intervenciones y que fue el sistema público quien sí las hizo. Recordar que estas instituciones privadas desarrollan un rol médico que se encuentra mediado por el Estado, de forma que de haber incumplimiento se deberá regular el protocolo”, apunta.

Para Anita Román, presidenta del Colegio de Matronas de Chile, "el protocolo que emitió el Ministerio de Salud viene a ordenar como vamos a trabajar la ley,  no todos los equipos de salud tenían la claridad de cómo se iba a bajar esta normativa".

En cuanto a los cuestionamientos por el ítem de violación, la profesional detalló que con relación a una de las causales, "la violación hace tiempo que está tipificada como un delito y lo que establece este documento es que no son los equipos de salud los que tienen que hacer la investigación, sigue siendo la Justicia y habrá protocolos de cadenas de custodia para cuando el tribunal o la policía necesite los restos orgánicos en una denuncia de violación".

"Cuando la víctima es una menor de 14 años, no se espera que ella haga la denuncia, se espera que la denuncia la haga el director del hospital a la policía que corresponda", opinó Anita.