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Presidente Boric a 3 años de la revuelta social: “La violencia se volvió contra las propias causas del estallido”

El Presidente Gabriel Boric dijo que las demandas que generaron el estallido social en 2019 siguen latentes en la sociedad chilena, y condenó las violaciones a los DD.HH. y los actos de violencia y vandalismo generados en los días posteriores.

En un mensaje a raíz del aniversario de la revuelta, Boric dijo que ese día chilenas y chilenos se manifestaron exigiendo “mayor justicia, igualdad y el fin de los abusos, se manifestaron para que ni el tamaño de la billetera, ni el lugar de nacimiento fueran condición para poder acceder a salud, educación o pensiones dignas”.

El Mandatario, planteó en La Moneda que sin embargo, en los últimos tres años, los diversos sectores políticos “hemos asumido una intepretación de los eventos posteriores” para reafirmas las convicciones.

Boric dijo que el aniversario del 18-O “debiera desafiarnos a todas y todos, y en cambio lo hemos usado como una razón para reafirmar lo que pensábamos de antes”. “No fue una revolución anticapitalista y tampoco como han querido instalar en los últimos días, una ola de violencia”.

El gobernante dijo que el estallido social fue una “expresión de dolores y fractura en la sociedad” y añadió que “cuando leemos el estallido sólo para reafirmar nuestras convicciones eludimos sus lecciones y enseñanza. Como Presidente no voy a cometer ese error”.

“Una ruptura de esta magnitud debe desafiarnos y empujarnos a ver lo que no queremos ver”, planteó.

Cambios a tres años

En su mensaje el Presidente planteó que durante los días posteriores al estallido “se dijeron e hicieron cosas excesivas, nos agredimos unos a otros y somos muchos los que sentimos que las cosas llegaron a un extremo que no debieron haber llegado. No basta con constatarlo y apuntar al del frente, sino preguntarnos el por qué”.

Boric dijo que ciertas opiniones que explican la revuelta sólo como “una explosión de violencia” y planteó que “se les olvida que hubo un día, el 25 de octubre, en que más de un millón de personas salió a las calles en Santiago y el resto del país”.

Añadió el Mandatario que por “un período largo de meses y meses, más del 70% de la población apoyó el estallido y se sintió interpretado”.

“Una de las razones por qué llegamos a este punto fue por la incapacidad que tuvimos en el mundo político para encontrar soluciones a estos problemas. Desde entonces hasta ahora hemos avanzado poco para cambiar las cosas. No concretamos las reformas que resuelvan la debilidad de los derechos sociales de chilenos y chilenas”, dijo el Presidente.

“Nuestro mandato sabemos, no sólo es empujar las reformas sino lograr que se aprueben, y para ello hay que construir puentes y dialogar. Está en la voluntad de nuestro gobierno construir esos puentes y no dinamitarlos. Se equivocan quienes creen que el compromiso en las reformas se juega en no dialogar con quienes piensan distinto, sino en concretarlas. Para hacerlo hay que actuar sobre la realidad que tenemos y no sobre la que desearíamos tener. Así se cambia la realidad, no solo quejándose de ella sino que actuando sobre ella”, añadió.

Derechos humanos y vandalismo

En su intervención el Presidente además condenó las violaciones a los DD.HH ocurridas en los días posteriores al estallido y dijo que fue una fecha dolorosa “por personas que ejercían un derecho legítimo sufrieron lesiones y abusos ante los cuales no podemos ser indiferentes. Hubo muertes, abusos sexuales, mutilaciones oculares y eso no puede quedar impune. Es indispensable que en democracia los abusos policiales se investiguen y sancionen”.

El Mandatario además planteó que “cuando pedimos sanciones contra los abusos policiales no dejamos ni por un segundo de valorar el trabajo que las policías hacen a diario”. “Las violaciones a los DD.HH. no son aceptables y, a la vez, Carabineros cuenta con todo nuestro respaldo para combatir la delincuencia y asegurar el Estado de derecho”.

Boric también se refirió a la violencia y vandalismo de los días posteriores al 18-O y dijo que se transformó “en campo fértil para la expansión de conductas destructivas. Esa violencia se volvió contra las propias causas de estallido al producir una ola de rechazo por la destrucción del vandalismo contra barrios y comercios, fomentando regresiones políticas antidemocráticas”.

“Desde la izquierda debemos poner un dique ante esas conductas. La protesta social no puede ser un sinónimo de violencia”, indicó.

El Mandatario planteó que el país tiene “una nueva oportunidad para construir una sociedad menos desigual, digna”, dijo.