Aunque no consiguieron todos los puntos de su petitorio y ahora deben asumir la ardua tarea de recuperar las clases –que podrían extenderse hasta el 15 de enero–, el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, cree que "sí valió la pena" la paralización que llevaron a cabo los docentes, que se convirtió en la segunda más extensa de las últimas décadas.
"Más allá de las cosas concretas que se lograron, que hacen que valga la pena la movilización, los logros intangibles son para nosotros muy importantes: el apoyo ciudadano, el respeto que recuperamos como profesorado, la credibilidad, la comprensión de nuestras demandas, son un insumo y una gran fortaleza de cara a lo que pueda venir a futuro", comenta a Emol el líder del gremio, al realizar un balance del movimiento que encabezó por 50 días.
"El principal logro es que recuperamos el cariño de la ciudadanía", había dicho, previamente, en la conferencia donde anunció el fin del paro. Si bien reconoce que hubo "dificultades internas" e "intentos divisionistas" al interior del Colegio durante el paro, cree que las pudieron "sortear" y que el gremio salió "fortalecido".
"Hoy día somos un gremio respetado (...) Así que, en general, estamos bastante satisfechos", afirma.
En cuanto a las demandas concretas de su petitorio, destaca que temas como la titularidad de las horas de extensión o la conformación de una mesa por la deuda histórica son puntos que "no hubiéramos logrado" sin la paralización.
De todas formas, admite que "llegar a un conflicto y a un paro nunca es bueno". "Por supuesto que no es lo ideal, siempre un paro tiene costos, para nosotros, para los estudiantes. Por eso tratamos por largo tiempo de evitarlo, pero cuando ya no hubo vuelta hubo que hacerlo", explica.