Un estudio preliminar realizado en China señaló que una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 CoronaVac, desarrollada por la farmacéutica Sinovac, elevaría la inmunidad de los pacientes frente a la baja en los anticuerpos generada con el paso del tiempo.

Un artículo del medio privado hongkonés South China Morning Post recogió un análisis realizado por Yu Hongjie, de la escuela de salud pública de la Universidad de Fudan, y Zhu Fengcai, subdirector del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Jiangsu, el que fue publicado en el portal Medrxiv.org, sin contar aún con la revisión de sus pares, por lo que está a la espera de su verificación.

Los expertos -que desde mayo del año pasado están investigando la inmunogenicidad (la capacidad de las células o tejidos para provocar una respuesta inmune) del suero-, realizaron ensayos con 540 participantes sanos de entre 18 y 59 años, que recibieron una tercera dosis en diferentes períodos tras recibir la segunda.

En sus conclusiones, los científicos plantearon que los niveles de inmunidad bajan significativamente tras unos seis meses, pero una dosis de refuerzo inoculada entre unos seis y ocho meses tras la segunda inyección genera un “fuerte impulso para la respuesta inmune”.

De hecho, el documento señaló que las personas que esperaron más tiempo por la tercera dosis de Sinovac “tenían un nivel de anticuerpos neutralizantes de tres a cuatro veces mayor que el de las vacunas de ritmo corto, sin diferencias significativas entre los grupos de dosis”.

A pesar de estas conclusiones, los especialistas afirmaron que no existe un marco temporal definido para la entrega del refuerzo, explicando que existen varios factores como la eficacia de la vacuna, la situación epidemiológica local y los riesgos de infección, entre otros.

Países como Tailandia, Indonesia y Turquía están considerando entregar una nueva dosis a las personas más vulnerables, algo que también está haciendo Chile con un estudio liderado por el Ministerio de Salud (Minsal).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) rechazó que las naciones desarrolladas estén evaluando la entrega de una tercera dosis, considerando que los países pobres aún tienen una baja cobertura de la inoculación.