Este jueves se informó la muerte del destacado biólogo, filósofo y escritor chileno Humberto Maturana, quien en 1994 fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias, y considerado uno de los intelectuales más influyentes del país.
Maturana tuvo una destacada vida en las ciencias luego de estudiar medicina en la Universidad de Chile, en 1950, instancia que le permitió entrar al mundo científico hasta convertirse en una eminencia tanto en dicha área como en la cultura.
Pasos por la University College de Londres y un doctorado en biología en la Universidad de Harvard, permitieron cimentar un camino que lo llevaría a ser parte del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts e incluso ser nominado al Nobel de Medicina, para luego retornar a Chile en 1960.
En 1994 obtuvo el Premio Nacional de Ciencias por sus trabajos respecto a ciencias biológicas, específicamente lo que refiere a la percepción visual de vertebrados y por sus aportes en la teoría del conocimiento orientados a la educación.
Asimismo, en abril pasado, Maturana dio su última entrevista pública al diario La Tercera, donde ya adelantaba su posible partida.
“Es absolutamente legítimo decir hasta aquí vivo. Yo, Humberto Maturana, quiero escoger el momento en que voy a morir, no quiero ser una carga, no quiero generar daño y no quiero contribuir al crecimiento de la población, porque es dañino para todos. El modo de vida del ser humano ha sido absolutamente destructivo”, dijo en la instancia.
"AUTOPOIESIS": EL PLANTEAMIENTO REVOLUCIONARIO DE MATURANA
"La pregunta básica que me hice fue qué es lo vivo y qué muere, o qué tiene que estar pasando en su interioridad en un ente para que yo, mirándolo desde afuera, pueda decir que es un ser vivo", dijo el científico en enero del 2019 en una entrevista a la BBC para responder a la pregunta 'Qué es la vida'.
Su teoría, publicada en diversos trabajos desde principios de los 70, fue "revolucionaria porque dio una respuesta para lo que antes no había".
Bajo el concepto "autopoisesis", la teoría de Maturana une los términos "auto" (a sí mismo) y "poiesis" (creación).
El propio intelectual explicó el planteamiento indicando que "los seres vivos somos sistemas autopoiéticos moleculares, o sea, sistemas moleculares que nos producimos a nosotros mismos, y la realización de esa producción de sí mismo como sistemas moleculares constituye el vivir".