Una vez más el vacío legal hace de las suyas. Esta vez toca el Acuerdo de Unión Civil y el caso es de la integrante del directorio de Fundación Iguales, Emma de Ramón, quien en octubre pasado acudió al Registro Civil junto a su conviviente Gigliola Di Giammarino -ambas en la foto de esta crónica- para intentar inscribir a su hijo Attilio, sin embargo el llegar al Servicio Público, la inscripción no pudo llevarse a cabo, pues el Estado de Chile no reconoce a Emma como su madre al no ser la madre biológica del menor.

 

Di Giammarino es la madre biológica de Attilio, por lo que ella podrá figurar como su madre en el certificado de nacimiento, mientras que de Ramón, pese a ser su conviviente civil, legalmente no podrá ser inscrita como madre del menor, aunque éste lleve su apellido.

 

“Pese a que Attilio ahora lleva el apellido De Ramón, yo sigo sin ser nada de él. Soy su madre, pero legalmente el Estado de Chile no le reconoce ese derecho de tener dos mamás, como le ocurre a cientos de niños de parejas del mismo sexo, quedando desprotegido”, dijo Emma de Ramón.

 

 

Actualmente el acuerdo de unión civil permite que los convivientes civiles sean reconocidos legalmente como familia, regula el patrimonio de ambos y otorga derechos en caso de fallecimiento, entre otros beneficios, sin embargo no incluye el tema de la inscripción de hijos con dos padres del mismo sexo.

 

Frente al tema, el abogado de familia de la Universidad Católica, Jorge Garraud nos comentó que “aquí sin duda existe un vacío legal, un vacío que la ley dejó, o más bien un punto que no se trabajó”.

 

“Al crear esta ley de unión civil, existe un sinnúmero de “efecto colateral”, esto, porque si permitimos a una pareja del mismo sexo tener igualdad de condiciones ante la ley como hoy lo tiene una pareja heterosexual, hay ciertas cosas que estamos dejando de lado como es el apellido de los hijos”, puntualizó.

 

Aunque, mencionó que “si bien podríamos hablar de un vacío legal, porque es obvio que parejas que se casan quieran tener hijos, ese es otro tema, la adopción, entonces se complica aún más”.

 

Por su parte, la abogada de familia y especialista en adopción Karen Ayala, dijo que “aquí no existe un vacio legal, aquí lo que no existe es una ley de adopción, que es muy distinto, porque no es lo mismo querer casarme con  mi pareja y así poder obtener acceso a beneficios que tienen los heterosexuales como las herencias, a querer tener hijos”.

 

“No estoy diciendo que el registro civil o la ley estén en lo correcto, pero lo cierto es que debemos ver más allá, en que una de ellas se embarazó y por ende es su madre legitima, pero la otra parte no engendró a ese bebé de ninguna de las opciones, y por ende ante la ley no es su madre, y eso hay que ver, el tema legal de la adopción que puede complementarse a la actual ley de unión civil”, puntualizó.

 

“Hoy hemos visto la evidente discriminación del Estado chileno a los hijos de parejas del mismo sexo. Attilio ha nacido en una familia reconocida por el Estado a través de la unión civil, sin embargo, no se reconoce a una de sus madres solo por ser una pareja de mujeres. Esto es una evidente desigualdad de este niño respecto de los hijos de parejas de distinto sexo”, explicó Juan Enrique Pi, presidente ejecutivo de Iguales.

 

La oficial que vio su caso en el Registro Civil, y que coincidentemente fue la que celebró su unión civil, hizo la rectificación de la partida de nacimiento de Attilio, una solicitud que se hace al Registro Civil para que inscriba a Emma como la otra madre y que es el primer paso legal para que se le reconozcan sus plenos derechos.