Un total de 45 personas, mayoritariamente menores, acudieron ayer en la mañana a los Centros de Salud Familiar (Cesfam) de Las Ventanas y Puchuncaví por síntomas de intoxicación, entre ellos, cefaleas, mareos e incluso vómitos.
Esto, luego de que los habitantes de distintos sectores sintieran durante más de media hora un olor extraño, parecido al cloro o gas, según relataron los vecinos, de acuerdo a lo que informa El Mercurio de Valparaíso.
La seremi del Medio Ambiente, Victoria Gazmuri, aseguró que pasadas las 18.30 horas de ayer, "si bien no hubo superación de la norma horaria de dióxido de azufre (SO2), sí se presentaron valores sobre lo habitual en dos estaciones de monitoreo de calidad del aire en relación a los hidrocarburos".
"Si bien en las condiciones en que se produjeron no generaron daño a la salud de las personas, el viento y las malas condiciones de ventilación que se extendieron hasta pasadas las 10 horas, sí pueden generar que estos valores produzcan síntomas que son percibidos, particularmente, por la población sensible", advirtió la autoridad, y aseguró que la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) determinará la raíz de dicha variación.
La situación recordó el episodio de contaminación vivido hace exactamente un año en la misma zona, donde se produjo un gran nivel de intoxicación en los vecinos de Puchuncaví y Quintero a causa de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs), el 21 de agosto de 2018, donde también acudieron 40 personas con síntomas similares.
Sin embargo, aún no se ha podido establecer la responsabilidad de la emergencia ocurrida. "Un olor extraño" La jefa de la Unidad Pedagógica del Complejo Educacional Sargento Aldea de Las Ventanas, Marcela Valencia, relató al medio local que "se sintieron fuertes olores que se podían identificar como gas y cloro, era bastante extraño. Lo raro es que antes que sucediera hubo una niebla que quedó detenida como una nube suspendida dentro del colegio. El olor duró aproximadamente 40 minutos fuerte y después fue más leve, hasta que se diluyó con el viento que comenzó a salir".
"Los estudiantes fueron llevados a las salas purificadoras que habilitó el Gobierno por los hechos ocurridos el año pasado, pero igual hubo niños con síntomas de intoxicación. Aplicamos los protocolos de emergencia, los purificadores de aire en las salas y mantuvimos a los niños hasta que vinieron de la municipalidad y de la Seremi de Salud, que llegaron a medir cuando ya no se sentía el olor", aseguró la profesora del recinto.
La directora de la Escuela La Chocota, Susana Soto, aseguró que "aproximadamente se detectaron entre 25 a 30 casos. (...) Comenzamos a tener niños que se sintieron mal. Los síntomas fueron dolor de cabeza y dolor de estómago. Incluso, una docente igual presentó un fuerte dolor de cabeza y se sintió sofocada", contó la educadora.
Según dijo Soto, luego de avisar a los apoderados, "como dentro de cada una de nuestras salas tenemos purificadores de aire por los episodios del año pasado, se mantuvo a los niños ahí. Estuvieron en las salas y a las 12 horas llegó personal de la Oficina de Medio Ambiente del municipio, pero ya no había olor. Algunos apoderados llegaron antes por precaución", indicó Soto.
Si bien la directora valora que haya purificadores, cree que no es suficiente: "Ante estas situaciones los purificadores de aire ayudan un poco, pero no están preparados para efectos de más contaminantes, son para virus y gérmenes en el aire, pero no (sirven) si hay una emanación fuerte de gas. Es una medida paliativa, momentánea, mientras el apoderado viene a sacar al niño al colegio".
Al igual que la situación del año pasado, las mediciones realizadas por distintos organismos fiscalizadores descartaron una posible fuente de emanación contaminante, según informó la municipalidad de Puchuncaví.