A través de un documento que fue enviado a todas las ramas de las Fuerzas Armadas y al Ministerio de Defensa, la Contraloría General de la República llamó la atención a las instituciones, recordando que deben abstenerse de realizar declaraciones que puedan afectar “el carácter no deliberante de las instituciones de la defensa nacional”.
Esto, luego que algunos parlamentarios y un abogado pidieran al organismo contralor que se pronunciara sobre una declaración del Ejército, por la “vandalización” de la estatua del general Baquedano en la plaza del mismo nombre en el centro de Santiago en octubre de 2020 durante manifestaciones sociales, además de los dichos del propio comandante en Jefe del Ejército, que en septiembre de 2020 a través de una entrevista con el diario El Mercurio “calificó de ‘delincuentes’ a quienes han participado en diversas manifestaciones en La Araucanía“.
En ese sentido, el documento firmado por el contralor Jorge Bermúdez con fecha 21 de julio de 2021, indica que si bien dichas expresiones no representan una infracción del deber ni de obediencia al poder civil al cual el Ejército está subordinado, sí son “apreciaciones subjetivas y calificaciones sobre la contingencia nacional, que no guardan relación directa con las funciones propias de esa rama armada y que, de reiterarse, terminarán afectando el carácter no deliberante de las instituciones de la defensa nacional”.
Además, recuerda que las Fuerzas Armadas deben ajustarse a “la directiva comunicacional del Ministerio de Defensa”, para “emitir las declaraciones que sean pertinentes en el ejercicio y dentro del ámbito de sus competencias”.
La Contraloría por la molestia del Ejército por programa de televisión
En cuanto a la carta que envió el general de brigada del Ejército, Sergio Gutiérrez, al director ejecutivo de La Red, Víctor Gutiérrez, a los que se sumaron comunicados de otras ramas de las Fuerzas Armadas señalando su molestia por una broma que se hizo en un programa humorístico, la Contraloría determinó que en este caso, “no se aprecia una vulneración al deber de no deliberar, puesto que no implicaron un involucramiento en cuestiones de política contingente, sino que fue una manifestación de su disconformidad con los hechos allí representados y que se refirieron directamente a esa institución, cuya evaluación queda en el ámbito del mérito o la conveniencia”.
En tanto, sobre lo determinado por la Contraloría, el abogado Mariano Rendón, que fue uno de los solicitantes del pronunciamiento del organismo, señaló que “es particularmente importante que en el marco del proceso constituyente que atraviesa nuestro país, las FFAA entiendan que deben respetar cabalmente su carácter no deliberante“.