Casi siete de cada diez habitantes de Chile cree que el país va en la dirección equivocada. Esa es un de las conclusiones de la encuesta Feedback, que además muestra que la desaprobación presidencial subió 10 puntos (de 50% a 60%) en cuatro meses y que casi la mitad de los chilenos no está contento con el funcionamiento de la democracia.
El sondeo, de carácter nacional, se hizo en forma online esta semana con 2.873 casos. El universo representado son hombres y mujeres mayores de 18 años pertenecientes principalmente a los niveles socio económicos medio alto, medio y medio bajo, sobre un marco de muestra rotativo de 4,6 millones de correos electrónicos, con representación en las 16 regiones del país.
Los datos de la encuesta que consigna el medio Ex Ante revelan también un aumento de quienes tolerarían un gobierno autoritario bajo ciertas circunstancias y un bajísimo nivel de confianza hacia los partidos políticos y los miembros del Parlamento.
De acuerdo con el sondeo, entre septiembre de 2022 y enero la desaprobación del Presidente Boric aumentó 10 puntos, subiendo de 50% a 60%, mientras que su nivel de aprobación cayó de 34% a 29%. Hay diferencias significativas en los porcentajes de apoyo según segmentos, constituyéndose los más jóvenes (18-29 años) en el sector que más lo apoya (43%). La desaprobación ha aumentado 32 puntos desde marzo.
En este sentido, el 69% de los encuestados cree que el país va en la dirección equivocada contra el 29% que cree que v en la dirección “correcta”. El estado de ánimo de la ciudadanía está marcado en los últimos 12 meses por un creciente aumento en la “preocupación” (de 23% a 36%) y una caída sostenida en la “esperanza” (de 31% a 17%)
Casi la mitad de los encuestados (48%) declara altos niveles de insatisfacción con el funcionamiento de la democracia en Chile, observándose diferencias significativas, principalmente entre los grupos socioeconómicos bajos y altos (52% – 41%, respectivamente). En un período de 4 meses cayó 10 puntos la preferencia por la democracia (78% a 68%), observándose una tendencia de aumento para otras opciones de corte autoritario. La opción “en algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser preferible a un gobierno democrático” subió de 15% a 22% desde septiembre a enero.
En cuanto a la confianza en un conjunto de instituciones, las respuestas configuran 3 niveles bien marcados: aquellas instituciones que obtienen una confianza mayoritaria, donde más del 50% dice confiar “bastante” o “mucho”. Allí destacan “los bomberos”, seguidos de cerca por las instituciones de orden y Fuerzas Armadas, que vienen mostrando un nivel sostenido de recuperación de la confianza ciudadana.
En nivel intermedio, se sitúan instituciones que obtienen entre 30% y 49% de “bastante” o “mucha confianza”, que corresponde a estructuras locales (municipio, juntas de vecinos) o instituciones del Estado (FONASA, SERNAC); destacando la aparición en este segmento de “las grandes empresas” (33%).
La baja o nula confianza (menos del 29%), agrupa a los representantes de la Iglesia Católica, los medios de comunicación y los tribunales de justicia, junto a los partidos políticos (70% “nada de confianza”) y los parlamentarios (68% “nada de confianza”). Estas dos últimas son por lejos las instituciones con el mayor nivel de desapego ciudadano.
Un 54% cree que “es importante” o “muy importante” que se elabore una nueva Constitución, contra un 45% que cree que es “poco importante” o “no tiene importancia”. Un 66% señala que en las próximas elecciones prefiere votar por expertos constitucionales.
Por otro lado, el 45% de los encuestados declara que el ingreso total del hogar “no le alcanza”. Un 31% tiene “algunas dificultades” y 14% “grandes dificultades”, situación que tiende a agudizarse principalmente en las respuestas de las personas de menores ingresos (66%).
Con diferencias evidentes según el nivel socioeconómico de los encuestados, un 42% declara altos niveles de endeudamiento y casi un tercio (31%) dice que es “probable” o “altamente probable” que durante los próximos 12 meses soliciten un crédito bancario.
Al comparar la situación de hace un año atrás respecto del consumo en el hogar, observamos que casi 3 de cada 4 encuestados, reconoce que se han dejado de consumir “muchas cosas” (33%) o “algunas cosas” (42%); específicamente, al analizar respuestas abiertas múltiples, entre las principales, se mencionan reducciones significativas en el consumo de “carnes rojas” (49%), “frutas” (16%), “verduras” (15%) y lácteos (11%). En general, la disminución en el nivel de gastos del hogar se asocia con la percepción de “aumento general del costo de la vida debido a la inflación” (74%).