Oh I'm just counting

Diputado Pablo Vidal recién renunciado al Frente Amplio a Cambio21: “El comportamiento de la oposición es absolutamente decepcionante"

Entrevista que aparece publicada  en el Semanario Cambio21

Por María Cristina Prudant

 El diputado Pablo Vidal recién abandonó el Partido Revolución Democrática del Frente Amplio. Ahora sus expectativas están puestas en una nueva plataforma política para brindar un espacio a  mucha gente de la centroizquierda que no está conforme con lo que hay. Según contó a Cambio21 trabajará intensamente por la unidad de la oposición para darle un nuevo gobierno al pueblo chileno.

 ¿Cuál es el balance que hace usted respecto a la actividad política en el país. Este ha sido un año distinto?

Si, ha sido un  año distinto y con muchos contrastes porque yo creo que desde la misma forma en que se sostiene el descontento por parte de la ciudadanía, en general, a cómo la política dialoga y cómo la política es capaz de resolver o no sus necesidades también la gente pudo ver el valor de la política, en términos de que, las decisiones que se toman en el ámbito político o público si les afectan de manera muy importante en sus vidas. Yo creo que la gente lo pudo apreciar tanto en la toma de decisiones que tomó en su momento el gobierno respecto a las restricciones sanitarias, lo pudo apreciar nítidamente cuando se levantó la demanda ciudadana por el retiro de los ahorros previsionales y el Congreso, tramitó esta iniciativa a pesar de que el gobierno estaba en contra de la medida. La gente se dio cuenta que cuando la política actúa mal, tiene efectos y cuando actúa bien también tiene efectos.

Creo que hay una revalorización por la actividad pública. Se mantiene la crítica hacia los políticos, especialmente hacia los partidos políticos por el rol que desempeñan, pero es un año en el que nos dimos cuenta, por ejemplo, lo importante que es el Estado en un contexto de pandemia cuando las necesidades sanitarias impiden establecer restricciones, por ejemplo, a la actividad económica. Creo que es un año que permitió abrir debates que estaban medio escondidos hace algún tiempo.

¿Cómo ha visto usted el desempeño de la oposición este año que ha tenido tropiezos como no alcanzar la unidad y acuerdos importantes?  

Creo que el comportamiento, en general, de la oposición es absolutamente decepcionante a los ojos de la ciudadanía porque no es lo mismo ser oposición a un gobierno exitoso y con alta aprobación ciudadana como lo fue en su momento la derecha oposición al primer gobierno de la Presidenta Bachelet. Era casi ridículo cuando se levantaba, por parte de la derecha, acciones en contra del gobierno cuando la gran mayoría de la ciudadanía respaldaba a la Presidenta Bachelet y se notaba que era una acción política vacía, que era más bien por una búsqueda de cuotas de poder. En cambio, este año, cuando tenemos un gobierno que está en el piso que hace más de un año que ya nadie le da aprobación. En la última encuesta la verdad que el Presidente Piñera está dentro del margen del error estadístico. La verdad que nadie aprueba la gestión del Presidente Piñera, ni sus adeptos, ni sus detractores, ni quienes votaron por él, ni quienes no votamos por él. Nadie confía hoy en el Presidente Piñera ni en su capacidad de gobernar.

Por lo tanto, hoy la responsabilidad que tiene la oposición en sus hombros es demasiado grande. Es la oposición la que puede ayudar a conducir al país hacia soluciones, a construir un diálogo político, que le permita, incluso, a este gobierno. Porque este será un muy mal gobierno, estamos con un muy mal Presidente, pero no deja de ser  necesario que al gobierno le vaya bien para que la gente pueda estar bien. Por lo tanto la oposición pudo haber asumido un rol distinto, constructivo, propositivo, con altas exigencias y altos estándares a un gobierno, que con alta desaprobación, necesitaba el apoyo de todos los sectores para poder sacar adelante la crisis. Y la oposición, ni siquiera fuimos capaces de ganar la mesa de la Cámara de Diputados, a pesar de que tenemos mayoría, mandatada por el pueblo en esa Cámara. O  sea, la oposición está pareciera ser igual de desorientada que el gobierno, sin lograr dar con el tono que la ciudadanía espera, sin asumir la responsabilidad histórica que demanda y hoy a tres semanas de la inscripción de las listas para la convención constitucional y nombro esa elección en particular, porque la de alcaldes, gobernadores y concejales da lo mismo que la oposición vaya dividida, ahí la disputa es distinta, pero en la convención constitucional que es una oportunidad histórica que las próximas generaciones van a estudiar en unos años más cuál fue la propuesta que llegamos a plantear ese día 11 de enero como inscripción, hoy pareciera ser que la oposición va a estar en 4,5 y hasta 6 listas distintas.

Es, realmente un nivel de desorientación que creo que decepciona profundamente. Ahora, desde mi posición, yo soy un esperanzado, tengo la esperanza que en las próximas tres semanas se reaccione, que las fuerzas opositoras entiendan que los compromisos programáticos claros, concretos y transparentes pueden ser un piso suficiente para poder tener una lista de unidad y si no es de unidad de toda la oposición, la más amplia unidad posible, al menos, de distintos sectores de la oposición que no permitan que la dispersión de votos termine sobre representando a la derecha.

La mayoría del país no está justamente con la derecha que gobierna hoy y que lo hace en minoría

Es que es bien paradigmático este punto porque tenemos un gobierno en el piso, con un Presidente con la aprobación más baja desde el retorno a la democracia y creo que si uno va a revisar hacia atrás, probablemente sea el Presidente con mayor nivel de rechazo en el último siglo sin problemas. Y tú miras las encuestas y son, salvo algunas opciones que están bien puntuadas, la derecha tiene candidaturas que están liderando en las encuestas. Entonces, tú te podrías encontrar con un escenario bastante esquizofrénico donde nadie en Chile confía en el Presidente Piñera ni en Chile Vamos, pero quizás en noviembre del próximo año termine ganando la elección presidencial un  candidato de Chile Vamos. Eso demuestra, nuevamente que la gente mira a la derecha, mira al gobierno y dice: no me gusta, no confío en ellos, mira la oposición y dice: saben qué tampoco confío en ustedes y eso es responsabilidad nuestra y no darse cuenta de que la responsabilidad que está en nuestros hombros es de un carácter histórico, entonces vamos a tener muchas listas de oposición, las mismas peleas de siempre, una lucha por acumulación de fuerzas que no logran objetivos en el corto plazo y condenar al pueblo de Chile a cuatro años más a un gobierno de derecha es algo que yo creo no nos podemos permitir.

 ¿Cuál es su opinión respecto al Frente Amplio y su desenvolvimiento en la política nacional?

Yo observo, y ahora lo digo desde afuera, el Frente Amplio mantiene muy en su piel y con mucha sensibilidad la necesidad de poder representar el descontento que la ciudadanía tiene con la situación actual del país. En ese sentido observo  que se mantiene esa misma impronta que el 2007 hizo que surgirá el Frente Amplio, de tratar de entender a Chile, pero creo que se ha quedado corto en el paso siguiente y que es fundamental para la apuesta de cualquier organización política y es que tenemos que dar el paso hacia delante y decir okey recojo este diagnóstico y me hago cargo de él y construyo una propuesta  y busco liderar las soluciones. Creo que ahí, lamentablemente ha faltado quizás osadía, claridad, no sé exactamente cuál es la razón, pero creo que hoy el Frente Amplio se refugia mucho más en la búsqueda de una identidad que satisfaga de nuevo esta mirada más comprensiva respecto del descontento ciudadano y creo que le falta esa osadía que yo esperaría que hoy tuvieran  las nuevas generaciones en política decir y vamos a tomar este futuro en  nuestras manos, nos vamos a hacer cargo de las soluciones y no vamos a dejar que sean los mismos de siempre, no solo los que llegan a la Convención Constitucional, sino que tampoco sean los mismos de siempre  los que quieran llenar todos los espacios de poder y buscar ser gobierno nuevamente.

Este creo que era el momento de nosotros, era el momento de pisar el acelerador y de poder ofrecerle a Chile una alternativa y yo siento que en ese sentido el Frente Amplio no está logrando ser esa alternativa que Chile esperaba, no obstante estamos a tiempo y bueno, si no es ahora, no serán ellos, tendremos que ser otros quienes intentemos esa reconfiguración de la centroizquierda chilena. Lo que no podemos hacer es dejar que pase por nuestro lado esta tremenda oportunidad y esta responsabilidad histórica sin hacernos cargo de ella y creo que hoy la expectativa del pueblo de Chile está en que, desde una mirada de centroizquierda, progresista, socialdemócrata, surja una alternativa para liderar a Chile los próximos años.

¿Cómo analiza usted los problemas de seguridad ciudadana sobre todo lo que ha ocurrido los últimos días con un aumento de los homicidios, bandas criminales organizadas y el narcotráfico adueñándose de las poblaciones?

Hace más de 20 años que todas las encuestas dicen que la seguridad ciudadana, sino es el tema más importante, es uno de los tres temas más importantes de la ciudadanía. Y la verdad que, la izquierda nunca ha tomado en serio esta gente. Al menos yo con mi equipo hicimos durante el 2019 un programa que se llamaba Plan Barrio Seguro, donde trabajamos con distintas comunidades dentro del Distrito, especialmente en la comuna de Maipú. Trabajamos en alianza con la subsecretaría de Prevención del Delito y también nos coordinamos con muchas organizaciones de expertos como Lucía Damert, o la gente de Chile 21, que están trabajando en estos temas, y tratamos de entender cuál era la dimensión más global de este problema.

Y la verdad es que cuando miras la receta típica de la derecha que es la que también con cierta anuencia los gobiernos de la Concertación impulsaron durante las últimas décadas y leyes más restrictivas, con sanciones más duras, la lógica del populismo penal y más cárceles, esa receta fracasó. La receta natural que desde nuestro mundo se tiene que plantear tiene que ver con la falta de oportunidades, educación, la formación de cientos de niños y adolescentes que están fuera del sistema escolar a los cuales no les estamos entregando herramientas para enfrentar la vida y que son caldo de cultivo para que grupos criminales y bandas de narcotráfico puedan interferir y vulnerar los derechos de esas personas y transformarlos en soldados al servicio de ese crimen organizado. Pero,  hay un elemento también importante en cómo se vive la vida en los barrios y cómo se utiliza en espacio público como una forma también de establecer condiciones de seguridad en la vida de las personas.

 Y acá en las mismas villas donde hemos observado las balaceras las últimas semanas en Maipú, yo he estado trabajando, hemos levantado propuestas y voy a decir algo que a lo mejor suena contra intuitivo para alguien que está escuchando que estamos hablando de seguridad, pero hay veredas que están en mal estado, hay luminarias que están rotas, hay paraderos en mal estado, hay un montón de elementos que con mucha facilidad, desde el trabajo comunal, municipal, del gobierno regional se le puede mejorar la calidad de vida a esos barrios y con eso se recupera el espacio público, el crimen se corre, pero cuando se abandona el espacio público, se levantan las rejas en las casas, cuando se llenan las casas de alarmas, cuando la gente se refugia en el espacio privado, el espacio público es tomado por personas que tienen malas prácticas y malos hábitos.

La nueva etapa política del diputado Pablo Vidal

Respecto a sus  planes diputado, después de renunciar a RD. ¿En qué está trabajando ahora?

Lo que nosotros observamos es que hay un vacío muy grande donde hay muchas personas hoy en Chile que en su momento se sintieron inspirados y esperanzados por la Presidenta Bachelet, que también vieron con muy buenos ojos el surgimiento del Frente Amplio y la candidatura de Beatriz Sánchez como alternativa, pero que hoy miran el escenario político y no se sienten representados por ninguna de las alternativas y que tienen ganas de colaborar con el país, que son personas de centroizquierda, progresista, que quieren que en Chile exista un Estado-Bienestar que garantice derechos sociales y que están esperando que alguien tome esas banderas, pero con un compromiso claro de unidad de construcción de propuestas y de soluciones.

Piñera y su falta de sentido común

¿Cómo evalúa usted la gestión política y social del Presidente  Piñera?

El Presidente Piñera es una persona que vive en una especie de dimensión paralela. Creo que él simplemente no entiende y no conoce el pueblo de Chile. Él no es una persona que tenga la empatía con el sufrimiento de quienes han perdido todo en sus pequeñas y medianas empresas durante esta crisis, él no entiende a esas comunidades  que tuvieron que levantar ollas comunes para poder sacar adelante a su familia. El no entiende el sufrimiento de las personas que tuvieron que retirar parte de sus ahorros previsionales para poder pagar sus deudas o, en algunos casos, comprar insumos para sus casas para poder equiparlas porque tenían a sus hijos todo el día en la casa porque no podían ir al colegio o porque tuvieron que trabajar desde el hogar los distintos miembros de la familia. El Presidente Piñera, esa realidad, a lo mejor la puede leer en un documento, observar en una minuta o tratar de interpretar en una encuesta, pero la verdad que, no la conoce, no la entiende, no la siente.

Eso se le nota, en su falta de sentido común, es un Presidente que cree que él tiene derecho a pasearse por la playa de Zapallar sin mascarilla. El siente que tiene derecho a parar el auto y sacarse una foto en Plaza Dignidad cuando la verdad que ese día, a esa hora, no había gente ahí manifestándose contra su propio gobierno, es por las restricciones sanitarias que teníamos. El siempre abusa de su poder y yo creo que en ese sentido el Presidente Piñera no logra ser hoy un líder que conduzca un país con confianza a enfrentar los desafíos y las dificultades que estamos viviendo.

A tal punto que pareciera ser que el Presidente Piñera está más preocupado que ojalá las vacunas le permitan a él recuperar algunos puntos en  las encuestas más que lograr verdaderamente que la mayor cantidad de gente posible quede vacunada para no contraer el virus. Incluso, algo tan  noble, una gestión que uno debería estar celebrando y reconociendo nos estamos dando cuenta que el Presidente está convirtiendo esto en un show y a uno le da rabia y uno dice por qué todo tiene que transformarlo en show y tiene que ver con que siempre el Presidente hace que todo se trate de él cuando hay cosas que de verdad no se tratan de él.