El diputado Raúl Soto se refirió a la decisión de los diputados DC de removerlo de la presidencia de la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja tras el impasse que se generó con el jefe de bancada, Gabriel Ascencio, en el marco de la votación de la idea de legislar el proyecto de pensiones.
Soto habló acompañado de los diputados de oposición que forman parte de la instancia parlamentaria: Karol Cariola (PC), Maite Orsini (RD), Tucapel Jiménez (PPD), Gastón Saavedra (PS), Gael Yeomans (CS) y Alejandra Sepúlveda (FRVS).
“Nos hemos enterado durante la mañana que de alguna manera se ha ejecutado la amenaza que durante los últimos días había recibido en orden a que iba ser sacado por secretaria de la presidencia de la Comisión de Trabajo. Nosotros teníamos reparos serios respecto a la facultad que tiene efectivamente el jefe de bancada para remover, no a un integrante, sino que a un presidente de una comisión que es electo democráticamente por los miembros e la instancia”, sostuvo Soto.
“Lamento que esa situación se haya concretado. Efectivamente, durante todos los últimos días tratamos de hacer todos los esfuerzos posibles por acercar posiciones. Lamentablemente, se me negó la posibilidad de tener una reunión de bancada para conversar con los 13 colegas de mi partido, de mi bancada, respecto a esta situación y si era posible ver alguna salida”, indicó.
Calificó, además, la decisión de su bancada como “injusta, arbitraria, autoritaria y que la considero, derechamente, una censura por un actuar coherente y consecuente respecto al trabajo de la reforma previsional que lideramos durante meses”.
En ese sentido hizo un llamado a su partido y a los integrantes de su bancada “a reflexionar sobre esta situación injusta y arbitraria. A que, ojalá, se puedan retractar de la decisión que han tomado. Todavía es tiempo que no me sigan negando la posibilidad de conversar y que, en definitiva, transparentemos nuestras diferencias que son evidentes al interior del partido y la bancada (…). Hay una intención de pasar máquina, de hacer una maquinación para que mi salida se concrete de la forma más bajo posible. Prefiero perder un cargo, que mi dignidad, mi consecuencia y mi coherencia”.
“Que el jefe de bancada no me siga negando la posibilidad de conversar, de dialogar y de que en definitiva se de cuenta que está cometiendo un error político tremendo y que puede efectivamente tener efectos y costos políticos indeseados tanto al interior de mi partido como también dentro de la oposición. Aquí hay un divorcio de quienes toman las decisiones en mi partido y en la bancada, respecto a lo que piensa la gran mayoría de la militancia de mi partido”, continuó.
Finalmente, descartó que por esta medida esté pensando dejar la tienda falangista: “Hoy no estoy en una situación donde esté, en estos momentos, reflexionando o poniendo en duda mi permanencia ni en la bancada ni en el partido”, dijo.
En abril Soto había abierto la puerta a una eventual salida de la DC luego de que el diputado rechazara la idea de legislar la reforma de pensiones de La Moneda en la comisión que hasta hace algunas semanas presidía.“Hasta donde pueda hay que dar la pelea desde adentro, pero los tiempos se van agotando”, dijo en esa oportunidad.