“Estando en Santiago para la reunión mensual de la Comisión Nacional de Catequesis, se ha dado a conocer la aceptación, por parte del Papa Francisco, de la renuncia que presenté, por razones de límite de edad, en febrero de 2018”. Así, en un comunicado fechado este lunes 11 de junio y publicado en el sitio web de la arquidiócesis, el arzobispo de Puerto Montt, Cristián Caro, (foto) confirmó su salida de la diócesis, la primera de un obispo chileno tras la polémica por el caso de Juan Barros y la convocatoria de la Conferencia Episcopal en pleno a Roma.

“Naturalmente que acepto con fe la decisión del Pastor universal, la cual llega en un momento crítico de la Iglesia en Chile, por la pérdida de la fuerza profética de la evangelización y la “cultura del abuso y el encubrimiento” (palabras del Papa) que ha causado daños a muchas personas y ha debilitado la credibilidad de la Iglesia”, agrega Caro en su declaración.

El del arzobispo de Puerto Montt era uno de los nombres señalados como posibles salidas, de acuerdo a fuentes eclesiásticas.
 
Su puesto será temporalmente ocupado por un administrador apostólico, el reverendo Ricardo Morales, que se desempeñaba como provincial de la Orden de La Merced, según señala La Tercera.

“Una vez entregada la arquidiócesis al nuevo pastor regresaré a Santiago, mi ciudad natal, donde tengo mi familia, donde ejercí como sacerdote durante 18 años y como obispo auxiliar por 10 años. Allí me pondré a disposición del arzobispo de Santiago para servir en lo que sea útil”, señala Caro sobre su futuro.

La salida de Caro se produce en momentos en que se espera el inminente regreso de la misión de Charles Scicluna y Jordi Bertomeu al país, que podría terminar con más renuncias aceptadas de obispos, entre ellas la de Barros en la diócesis de Osorno.