Oh I'm just counting

Excanciller y exmiembro del Comando del NO J. Gabriel Valdés a Cambio21. Acto del Sí para celebrar triunfo del NO lo sorprende: "Hicieron lo posible para que Pinochet siguiera en el poder"

Por María Cristina Prudant

 
Juan Gabriel Valdés,  ex  ministro de Relaciones Exteriores y ex embajador de Chile  en España, Argentina y Estados Unidos; también fue representante de Chile ante las Naciones Unidas. Dirigió el proyecto Chile-Imagen País y la Fundación Imagen de Chile, entidad que depende directamente de la Presidencia de la República. En septiembre de 2008 fue nombrado jefe de la comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a Bolivia.

En 1986 y 1987, fue investigador visitante de las universidades de Notre Dame, Indiana y Princeton, donde terminó su estudio de tesis de doctorado sobre la Universidad de Chicago en Chile. El texto fue publicado en Buenos Aires y luego en los Estados Unidos por Cambridge University Press, bajo el título Pinochet's economists, the Chicago School in Chile.

Desde inicios de los años 80 participó en Convergencia Socialista, que llevó a la confluencia del MAPU, su partido original, con el Partido Socialista de Chile.

Miembro de los directorios de las revistas Análisis y APSI, en 1988 participó activamente en la preparación de la campaña para el plebiscito de 1988 asumiendo la responsabilidad de conducir, junto a Patricio Silva Echenique, la campaña de televisión de la opción NO.

Juan Gabriel Valdés conversó con Cambio21 sobre su experiencia y cómo se involucró en la génesis del triunfo cuya conmemoración será este 5 de octubre al cumplirse 30 años.

¿Cuáles son sus recuerdos sobre lo que fue la creación y triunfo del NO y su participación en ello?

Estuve involucrado prácticamente dos años en el trabajo de reflexión de cómo enfrentar una situación electoral con la dictadura y por lo tanto, estuve metido en el meollo mismo del proceso que culminó, para mí, con el programa de televisión del NO que me tocó coordinar junto con el ya fallecido Patricio Silva Echeñique.

Para nosotros fue un momento de total felicidad y de gran satisfacción por haber cumplido con nuestras tareas. Ahora, todos supimos siempre, los que trabajamos en el NO, que el triunfo era de la gente, que sin la movilización popular que se produjo jamás se habría podido resistir la mala fe y la dictadura que, obviamente pensaba, por lo menos una parte esos grupos resistir el resultado.

Por lo tanto fue un momento de, yo  no diría de sorpresa, pero sí una gran culminación y un esfuerzo enorme y una enorme felicidad, quizás de las felicidades más grande que he sentido en mi vida.

¿Qué le ha parecido este episodio que se ha dado ante la cercanía del 5 de octubre, que algunos grupos políticos se han estado peleando por la fecha, que no quieren que vaya este o este otro? 

Me parece patético. El triunfo del NO es de la gente por lo tanto, nadie puede apoderar de él, ni sentirse padre de él y cada cual lo tendrá que celebrar como quiera, pero no podrá nadie decir fulano está excluído, cuando esas personas hicieron el esfuerzo de enfrentar a la dictadura.

En esa línea ¿qué le parece el acto programado por el gobierno, los que votaron por el Sí, para recordar el  triunfo del NO?

Me parece sorprendente que el gobierno pretenda hacer una celebración propia. Yo no me voy a oponer si la gente del Sí quiera celebrar nuestra victoria. Tendrán que tener claro que están celebrando la victoria de otros porque ellos hicieron lo posible porque Pinochet siguiera en el poder durante mucho tiempo más.

¿Fue importante para la democracia?

Yo simplemente digo que es un momento muy claro para la democracia. Acabamos con los miedos de una parte de la sociedad y eso en sí era un valor. El no ser arrestado en las noches, el miedo a ser torturado, a desaparecer, a dar opiniones que significaran ser echados del trabajo y claro, prometimos mucho y naturalmente no pudimos enfrentar los otros miedos que quedan en esta sociedad.

¿Cuáles son esos miedos?

Son los miedos, precisamente, de no alcanzar a terminar el mes; no poder pagar por la educación de los hijos, no poder tener una casa decente. Fue un modelo que nos siguió después del triunfo del NO. Por lo tanto, tengo claro que acabamos con una parte de los miedos, pero los otros parecen estar presentes en el tipo de sociedad que tenemos y se necesitan otros 5 de octubre.

¿Cuánto tiempo más después del triunfo del NO ustedes seguían sintiendo miedo?

La verdad que la sociedad siguió y Pinochet seguía pensando que él podía volver a jugar su juego por cuanto hay que precisar lo que fue el famoso ejercicio de enlace. Uno de los espectáculos más grotescos en los que ha estado involucrado el Ejército de Chile y que pretendieron amenazar al Presidente Aylwin. Por lo tanto, ellos seguían pensando que la lógica de la fuerza y del abuso podía imponerse. La protección que se le dio al hijo de Pinochet cuando apareció vinculado a negocios turbios al interior del Ejército, etcétera.

Sobre las amenazas puedo decir que para nosotros, personalmente, duraron un tiempo. Yo recuerdo, incluso, que los individuos que llamaban a mi casa a las tres de la mañana para amenazar a mi mujer, o los que me pintaban la casa en las mañanas temprano como a las cinco, siguieron llamando hasta después.

Y cuando el Presidente Aylwin me pidió que me fuera a Madrid (como embajador) incluso llamaban de nuevo a las tres de la mañana para decir que no se iban a olvidar de mí porque me iba a Madrid. Por lo tanto, efectivamente esos equipos de la CNI siguieron funcionando mucho tiempo. Pero esto que yo le cuento no es nada comparado con las que vivió tanta otra gente que sufrió penas y peligros muchísimo más graves.            

¿Qué episodio que lo complicó más recuerda usted de esa época?

El más complicado para mí fue el asesinato de Orlando Letelier del que yo era secretario y su ayudante. Sin duda que eso fue un episodio muy marcador en mi vida. Yo iba a ir con él ese día en la mañana. Trabajaba todos los días con él por lo tanto, efectivamente fue un episodio muy marcador en mi vida y me hizo ver la brutalidad infinita que podía tener este grupo de individuos que se habían instalado en el Estado de Chile.

Sobre Orlando Letelier, The Washington Post, dice que Pinochet dio orden que lo mataran...

Sí, eso está en los papeles que entregó la CIA, que se me entregaron a mí en  calidad de embajador. Hace un año el Departamento de Estado hizo entrega de los papeles secretos que estaban guardados, que estaban clasificados como se dice en Estados Unidos y que no eran conocidos sobre el asesinato de Orlando Letelier y ahí la CIA dice que tienen datos claros de que Pinochet ordenó el asesinato.

Yo nunca tuve dudas de eso, dije desde un principio que Manuel Contreras y Pinochet habían asesinado a Orlando Letelier.