A tanto llegan los análisis tras la pasada segunda vuelta presidencial que proclamó a Sebastián Piñera como mandatario electo, que incluso hay quienes piensan que no solo Chile Vamos ganó en las urnas el pasado 17 de diciembre.

 

Axel Kaiser, abogado y columnista, señaló en Las Últimas Noticias que la que verdaderamente triunfó fue la Presidenta Michelle Bachelet, dado que “corrió los límites de lo posible avanzando en el camino socialista que se propuso para terminar paso a paso con el llamado modelo ‘neoliberal’. Y Piñera no podrá cambiar eso”.

 

 

 

“Tal vez arregle la reforma tributaria, pero la carga de impuestos no bajará. Ordenará las cuentas fiscales, pero no podrá reducir realmente el gasto. Mejorará la situación escolar, pero difícilmente regresará a los padres el derecho a elegir que perdieron con Bachelet. Piñera puede ser el nuevo jugador, pero la cancha en la que juega es la que dibujó Bachelet”, sentenció.

 

Si a esto la sumamos el anuncio del diputado y senador electo Felipe Kast (Evópoli), respecto al proyecto de “Ley Machuca” que presentará en marzo y que busca integrar a niños en condiciones de pobreza en colegios particulares, como se reflejó en la película del mismo nombre que realizó el cineasta Andrés Wood, la pregunta que cae es la siguiente: ¿la derecha gobernará con las banderas que provienen de otros sectores ideológicos?

 

 

Tomás Hirsch, diputado electo del Partido Humanista, se lanza en contra del saliente gobierno de Michelle Bachelet y la entrante administración de Sebastián Piñera.

 

“No comparto lo de Axel Kaiser. Lamentablemente, la Concertación o Nueva Mayoría una vez más le entrega el mando a la derecha. Por eso que hay una tremenda responsabilidad de La Moneda y particularmente de la Presidenta, que contaba con un gigantesco respaldo al iniciar su período y que termina dilapidándolo. Es urgente y necesario una autocrítica y reflexión muy profundas, aun cuando para mí no habiendo cumplido las demandas más importantes de la ciudadanía era evidente que se iba a producir una fuerte desafección”, explicó a Cambio21.

 

“Se trata de un gobierno que estuvo involucrado en escándalos de política y dinero, incluyendo a la propia familia de la Presidenta (caso Caval), que no cierra la cárcel de Punta Peuco, que no termina con las AFP y que deja sin tocar una ley corrupta como la Ley de Pesca claramente tiene responsabilidad en el rechazo de los electores”, insistió.

 

 

Parecido, pero no igual, el analista de RN Tomás Duval no cree que el parámetro de la elección sea lo que tomó Piñera de la “agenda de Bachelet” camino al balotaje.

 

“Los temas que planteó el candidato de Chile Vamos fueron más profundos que los que estaban en debate. Guillier seguía dando vuelta con el tema de la educación, cuando venía de la campaña anterior (2013), no de ahora. Las propuestas de Piñera en cuanto a empleo, crecimiento y seguridad calaron más profundo en la ciudadanía”, indicó a este diario.

 

 

El mismo Duval puntualiza lo del proyecto de “Ley Machuca” que presentará en 2018 el parlamentario de Chile Vamos: “en la segunda vuelta hubo dirigentes y líderes que estuvieron a la cabeza de la candidatura de Piñera y con propuestas y caras distintas. Y en eso Felipe Kast está jugando un poco a posicionarse electoralmente”.

 

“No sé si son banderas de un sector o de otro. Podría haber algo de eso, aunque las elecciones no pueden transformarse en que la teoría de la ‘retroexcavadora’ viene a hacer todo de nuevo. Hay cosas que quedan instaladas y que pueden perfeccionarse y mejorarse, pero en ningún caso cambiarse, como ocurrió con la gratuidad en la educación, que fue un cambio de lectura que hizo Piñera tras la primera vuelta, pero pensando en la educación técnica y profesional más que en la superior universitaria”, ahondó.

 

Hirsch, en tanto, habla de una “derecha que cae en asistencialismos como forma de resolver los problemas. Yo aspiro a un país en el cual no tengamos atroces diferencias de clases como lo hay entre ‘Machuca’ y un colegio de Las Condes o Vitacura”.

 

“Lo único que se les ocurre al señor Kast y a la derecha chilena en su conjunto es paliar los problemas de mala manera, pero no cambiando la inclinación de la cancha. No piensan que lo que se necesita acá es crear condiciones económicas para que cientos y miles de familias que hoy viven angustiadas y endeudadas puedan tener en la educación un derecho garantizado”, alegó.

 

“Se debe fortalecer la educación pública para que entregue buena calidad a todos los que forman parte de ella. Así que no comparto las políticas paliativas como las que plantea Kast”, concluyó el dirigente del Frente Amplio.