La ministra del Interior, Carolina Tohá, se refirió a los desafíos que enfrenta el Ejecutivo hoy en día y los ajustes que se avecinan para el próximo receso parlamentario.
Si bien reconoce que se avecinan cambios, no se sabe si son de gabinete o no, que deben enfocarse en reconectar con la gente: "Cambios para que el relato se traduzca en hechos que la gente pueda percibir de manera inmediata. Es la efectividad gubernamental que decía. Se decide y se hace. Nuestra gestión política tiene que estar concentrada en eso".
En entrevista con La Tercera, la actual ministra del Interior hace un repaso de los distintos nudos que tienen al gobierno en distintos puntos de tensión. La seguridad, la relación con la oposición, los balances dentro de los partidos del oficialismo, los indultos, etc. Temas que parecen no se resolverse por separado, sino que son parte de distintas acciones que apuntan a un mismo horizonte. Tohá, tiene recorrido, y cree que este no es el momento más frágil de la política: "Cada tiempo tiene su dificultad, pero la sensación de estar al borde de grandes peligros y, al mismo tiempo, tener la posibilidad de hacer cosas importantes, la he sentido cada vez que he estado en un gobierno. Lo sentí al inicio del gobierno del Presidente Ricardo Lagos (...) Las amenazas que había en ese momento eran mucho mayores que las de hoy".
La ex alcaldesa de Santiago, recuerda que, en la época en que se instaló el Transantiago, vio "síntomas severos de quiebre, de deslealtad, de dificultad por mantener la cohesión". Hoy, cree que "son etapas que se pueden superar", sin embargo, asume que "el gobierno está tensionado por sus dos coaliciones. No hay fiato".
Ahora, advierte que el espacio de tensión se acrecienta entre el oficialismo con el avecinamiento de la elección de los Consejeros Constitucionales: "Es verdad que esta no alianza no llegó con un fiato al inicio del gobierno. Lo ha ido armando en el camino y nos pilla con una elección a media pista".
Tohá trata de desdramatizar el hecho de las listas para los consejeros constituyentes. Insiste en que el hecho de ir en una lista o en dos se puede conversar mientras se quede en la discusión electoral, sin embargo advierte que: "Si por elegir dos listas, por un asunto netamente electoral, se provoca una ruptura política, lo vamos a pagar muy caro. Eso es lo que hay que evitar".
Su correligionario, Guido Girardi (PPD) fue quien encendió las alarmas al sugerir dos listas para estas elecciones, tras acusar que la lista de Apruebo Dignidad sería percibida como "La lista del indultos". La ministra fue clara: "Es una frase que yo creo que requiere mucha explicación de por qué se hizo y para qué. No sé cuál es la apuesta de esa frase". Tohá cree que este momento es clave para que la social democracia logre "demostrar si tiene la capacidad de pasar los momentos difíciles en pos de propósitos mayores. Eso se ha puesto a prueba muchas veces y, en algunos momentos, han primado los cálculos chicos".
Luego del rechazo a la acusación constitucional contra Giorgio Jackson, el comité político del Presidente Boric se reunió en Cerro Castillo para acordar nuevos énfasis del gobierno. Ahí, Tohá explicó que la reforma tributaria y provisional son objetivos irremovibles, pero también se buscará demostrar "la capacidad de la democracia para tomar decisiones y dar soluciones". Una "prueba de fuego", dice, para el sistema político completo: "En que hay una prueba de fuego para el sistema político. Tenemos que lograr acuerdos para dar respuesta a los temas sensibles de la sociedad. Si fracasamos en ese intento, vamos a abrirle la puerta a una oleada populista o autoritaria".
Ahora, se avecinan cambios dentro del oficialismo, pero no cree que sea de "una firma en un papel. Más bien será sincerar una respuesta a una inquietud que nunca han terminado de explicitarse en su solución". Esto, aclara Tohá, es parte del camino de coaliciones que no partieron juntas. "Pero, al acercarse un año del gobierno, es necesario poner arriba de la mesa un pacto de gobierno más claramente". La ministra aclara que estas bajadas de las conversaciones no implican necesariamente más cargos para el Socialismo Democrático, sino que "más bien implica tener una cultura de gobierno que sea producto de la combinación de estas dos fuerzas. En el fondo, es acordar una manera de trabajar de aquí en adelante".