A través de una declaración pública el Presidente Sebastián Piñera profundizó sobre la política migratoria del Gobierno anterior y respondió a las críticas sobre la decisión que tomó el Ejecutivo de restarse del Pacto de Marrakech. "Cuando asumimos el Gobierno, la situación migratoria en Chile reflejaba un desorden alarmante", dijo el Mandatario.
En la declaración, detalló que esta desorganización era conocida por las autoridades del momento, "durante el Gobierno de la Nueva Mayoría cerca de 700 mil personas ingresaron a Chile como turistas, cientos de miles de ellos con la clara intención de quedarse en forma irregular o engañados por verdaderas mafias de tráfico de personas. Al 11 de marzo de este año había en Chile más de 250 mil migrantes irregulares. A las autoridades migratorias chilenas se le entregaron más de 45 mil documentos falsos; y los trámites migratorios tomaban en promedio 9 horas. Los migrantes debían hacer largas y extenuantes filas de espera para poder realizar sus trámites. Esta situación sin duda fue conocida y tolerada por el Gobierno anterior".
Por otro lado, el Presidente a través del documento respondió punto por punto las principales críticas a la decisión tomada por el Ejecutivo de restarse del Pacto Migratorio de la ONU. "Algunos han sostenido que la decisión del Gobierno en materia de este Pacto sería contraria a una política de Estado en materia de relaciones exteriores. La Constitución entrega al Presidente de la República la conducción de las relaciones internacionales", manifestó.
"Es verdad que, en los temas fundamentales de la política exterior, Chile ha tenido una valiosa y larga tradición de actuar con políticas de Estado. Nuestro gobierno respeta, valora y practica esta tradición. Así lo hemos demostrado en el caso de los juicios ante la Corte Internacional de La Haya, las decisiones relativas a la mantención de la paz, la seguridad internacional y el respeto a la democracia y los Derechos Humanos, el respecto al derecho internacional, nuestro compromiso con el cambio climático y el calentamiento global, y muchas otras instancias", detalló.
Pero el Mandatario aclaró que "en nuestra opinión, la forma en que Chile norma o regula su política migratoria es un asunto de carácter interno y no forma parte de una política exterior de Estado. Por ejemplo, nosotros nunca fuimos consultados y siempre discrepamos profundamente de la política de Migración aplicada por el Gobierno anterior, que no impidió o toleró la masiva inmigración ilegal que afectó a Chile".
Por otra parte, respecto a las críticas sobre que el Pacto de Marrakech sería contrario al multilateralismo, el Presidente fue enfático: "Nuestro Gobierno cree firmemente en las bondades del multilateralismo. Por eso participamos activamente en las Naciones Unidas, la OEA, el Grupo de Lima, Celac, la Corte Penal Internacional, Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y otras organizaciones como la Alianza del Pacífico, APEC, y últimamente, como invitados, en el G-20". "Sin embargo, y como es evidente, el multilateralismo no puede significar la obligación de tener que suscribir todos y cada uno de los Acuerdos, Pactos o Declaraciones de estos organismos multilaterales. Es de la esencia del multilateralismo ejercer y respetar el derecho de suscribir o no suscribir, libremente, sus Acuerdos", sentenció.