Luego de permanecer 13 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital del Trabajador, el senador de la Democracia Cristiana (DC) Iván Flores fue dado de alta para continuar con su rehabilitación tras el grave accidente vehicular que sufrió en la autopista Costanera Norte.
El parlamentario y su conductor (Sergio) se volcaron cuando se dirigían desde el aeropuerto de Pudahuel a Santiago la noche del 4 de mayo.
Flores relató que momentos antes del accidente alcanzó a advertirle a Sergio que había un “líquido en el camino”, por lo que el conductor disminuyó la velocidad, pero esto no evitó que el vehículo se volcara.
“Estuve consciente en todo momento. El auto dio dos sacudones de patinaje y dio un golpe con el costado derecho y se encumbró. Recuerdo que el auto no terminaba de arrastrarse. Sentía que el roce me iba raspando la cabeza como rallando una zanahoria”, afirmó.
“Quedé metido en un espacio físico donde no quepo, donde van los pies. Quedé metido ahí enrollado con cabeza encogida”, agregó.
“Pensé que había perdido el antebrazo”
Tras lo ocurrido, el senador le preguntó al conductor cómo estaba: “Me dijo que estaba bien y le dije que corriera a buscar a unos muchachos de la autopista, porque yo estaba atrapado. En ese momento me di cuenta de que mi brazo estaba en mi espalda y me vi un muñón”.
Fue ahí cuando el parlamentario pensó “que había perdido el antebrazo y en ese momento me enojé”.
Una vez que personal de la autopista llegó al lugar, “me tomaron del chaleco, me arrastraron, y en eso vimos que venía en la pista un camión. Yo les dije: ‘hasta aquí no más llegué’. ‘Arranquen, arranquen’, les dije, pero el camión pasó bien y cerraron la pista”.
Luego, cuando estaba tendido en el piso, Flores les pidió “a los muchachos que me hicieran un torniquete, que buscaran un cordel de zapato y les dije que le dieran una vuelta por arriba del codo y entre dos chicos lo apretaron y le hicieron un nudo muy fuerte”.
“Después, una vez ya en la ambulancia, le pregunté al paramédico cómo se veía la cosa. Me dijo que mal, que estaba perdiendo mucha sangre. Saqué el teléfono y llamé a mi señora y le dije: ‘Mira, Andrea, voy camino al hospital, pero la situación se ve complicada. Si no alcanzo a llegar, quiero que sepas que los seguros están acá y allá. El hipotecario y todo queda todo resuelto y que los quiero mucho’”, relató sin poder contener el llanto.