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¿Usted quiere esta propuesta? Postergación de elecciones de abril podría provocar que Piñera dure más tiempo como Presidente

El mundo político reaccionó en torno a una eventual postergación de las elecciones de alcaldes, constituyentes, gobernadores y concejales programadas para el 10 y 11 de abril.

Si días atrás estaba sobre la mesa la insistencia del mundo científico -como del Colegio Médico-, la disposición de los partidos políticos era continuar con el cronograma electoral; no obstante, esta vez hubo una mayor apertura de ciertos sectores.

En todo caso, estas elecciones ya sufrieron una modificación. En principio, los comicios municipales estaban planificados para el pasado 25 de octubre; sin embargo, el entonces inicio de la pandemia del coronavirus obligó a postergar esa fecha.

Primero, el exministro de Salud Jaime Mañalich planteó que hay factores suficientes para tomar la decisión de postergar las elecciones. Sus dichos causaron incomodidad en la derecha sobre todo en momentos en que su sucesor y actual ministro de la materia, Enrique París, ha recalcado que no opinará públicamente al respecto y que su recomendación la dará al propio Piñera.

En el gobierno, en tanto, el ánimo hasta ahora ha sido claro: no postergar las elecciones dadas las consecuencias que conllevaría la decisión. Eso sí, las autoridades han recalcado que, en caso de que los comicios se posterguen, la única razón para hacerlo será sanitaria.

“Entiendo la preocupación del doctor Mañalich; entiendo la preocupación de la doctora Izkia Siches, pero ahora nosotros, por lo que vemos, el trabajo que estamos haciendo es para que las elecciones sean el 10 y el 11 de abril”, dijo el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, durante esta jornada, en Tele13 Radio.

¿Cuáles son las consecuencias que podrían generarse? De partida, los alcaldes que van a reelección ya están suspendidos de sus cargos desde el 10 de marzo pasado, la pregunta entonces es qué ocurriría en esos casos.

Otra preocupación latente de los partidos políticos son los dineros de campaña, que empezó oficialmente el pasado 12 de marzo. De hecho, colectividades como RN ya han tomado contacto con el Servel para temas logísticos al respecto.

Los candidatos, por su parte, han transmitido a sus partidos lo complejo que sería postergar una elección cuya campaña está en marcha, con todo lo que eso implica: trabajo de equipo y gastos monetarios.

La razón que pesa transversalmente es que este nutrido cronograma electoral de 2021 tendría que sufrir modificaciones en su totalidad. “Se debe contemplar todo el tren electoral democrático; todo el proceso o el tren de participación democrática del año”, recalcó este viernes el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.

Para una eventual postergación de los comicios, se necesita una reforma constitucional aprobada por el Congreso; esa iniciativa deberá ser tramitada con premura -la primera semana de abril es distrital- y con amplio acuerdo político, como lo han recalcado.

La fecha a la que se podría postergar la elección también ha sido tema al interior de los partidos. La mayoría recalca que no vale la pena retrasarla dos semanas. “Si seguimos hablando de modificar dos, tres o cuatro meses las próximas elecciones, lo que hay que hacer es correr todo el cronograma electoral incluido el presidencial”, señaló el jefe de bancada de la UDI, Juan Coloma, desde el Congreso, poniendo un punto sobre el tema: la dificultad que esa decisión incluso podría significar para el mandato presidencial de Sebastián Piñera.

“Si esto sigue, o tenemos eventos similares en el futuro, tendremos que prolongar por ejemplo, a fin de año, el mandato del Presidente Piñera, y eso es insostenible. De hecho, él tiene parte de la responsabilidad de lo que está pasando hoy por no tomar medidas que muchos les hemos señalado y expertos les han señalado con anticipación”, sostuvo el diputado Jaime Mulet, presidente de la Federación Regionalista Verde Social.

Justamente en la derecha y en el gobierno, al afirmar que la elección no se postergaría solo en dos semanas ni dos meses, como sugirió Mañalich -por riesgo de que la inmunidad no llegue según lo pronosticado-, los comicios podrían ser realizados en seis meses más, lo que inevitablemente atrasaría el cambio de mando del 11 de marzo de 2022.

El análisis incluso es más profundo y algunos la concentran en la figura de Piñera y su baja evaluación ciudadana, sobre todos los efectos post estallido social.