Tras 31 años como parlamentaria, Isabel Allende Bussi pronunció un emotivo discurso este martes para despedirse del Senado, a propósito de su destitución del cargo trascendida el jueves pasado por el Tribunal Constitucional (TC) tras la fallida compraventa de la casa de su padre, el expresidente Salvador Allende.
"Quizás mi error fue no haber consultado más, pero en ningún momento, y quiero repetirlo, en ningún momento ningún ministerio, ningún funcionario, ninguna autoridad involucrada nos advirtió o recordó que existía una posible inhabilidad constitucional", afirmó la ahora exsenadora.
En un inédito fallo, el TC determinó la semana pasada la destitución de Allende Bussi, ya que si bien la adquisición de la casa de su padre -para un museo- no se concretó, sí alcanzó a firmar un documento, lo que está impedido por ley. "Cesará en el cargo el diputado o senador que durante su ejercicio celebrare o caucionare contratos con el Estado", se lee en el artículo 60 de la Constitución.
La ahora exparlamentaria pronunció entre lágrimas sus últimas palabras en la Cámara Alta, de la cual fue la primera presidenta, para luego ser despedida con fuertes abrazos y aplausos por sus compañeros de casi todos los sectores políticos, pero sobre todo del Partido Socialista (PS), tienda de la cual también fue la primera presidenta.
Allende señaló que "después de décadas compartiendo este espacio democrático, este Parlamento, que ha dado forma a mi destino y vocación de servicio público, me veo hoy en la necesidad y en el deber de hablar en uno de los momentos más duros y difícil de mi vida. No es fácil dirigirme a ustedes, probablemente sea mi última intervención en esta sala, pero deseaba despedirme de mis colegas de tantos años, y transmitir en breves palabras toda una historia y una vida dedicada al servicio público de este Congreso Nacional".
"Me resulta aún más difícil, considerando la manera abrupta en la que terminan más de 30 años de servicio a mi país. En los próximos días se conocerá el fallo del TC. Como corresponde en una democracia, este fallo será acatado, pero acatar no significa guardar silencio, acatar no significa renunciar a expresar el profundo dolor y la honda injusticia que esta decisión representa. Como han señalado con total claridad mis abogados, Gabriel Osorio y Paula Vial, estamos ante un fallo que más allá de su aparente legalidad vulnera principios elementales de justicia, proporcionalidad y sentido democrático", agregó.
En ese sentido, la exsenadora sostuvo: "sí, reconozco que como parlamentaria de una larga trayectoria debí haber tenido presente el artículo 60 de la Constitución. No rehúyo mi responsabilidad, pero no soy abogada, jamás he tenido contrato alguno con el Estado, y no tengo y nunca he tenido una empresa, y ante todo actué confiando en la institucionalidad".
"Confié plenamente en los órganos encargados de llevar adelante la adquisición de la casa familiar"
"¿Se imaginan ustedes que habría puesto en riesgo más de 30 años de servicio público de lucha democrática si hubiese tenido consciencia de estar infringiendo supuestamente una norma constitucional? ¿Realmente alguien cree que habría actuado con dolo sabiendo que ponía en juego mi historia y mi dignidad política?. Confié plenamente en los órganos encargados de llevar adelante la adquisición de la casa familiar, donde funcionaría la casa museo del presidente Salvador Allende, y lo hice convencida de que se trataba un acto de memoria, de reparación y de futuro", añadió.
Allende reiteró que "nunca he usado mi cargo para obtener un beneficio personal. La cuestionada compraventa era para el cumplimiento de un fin público impulsado por el Gobierno. El reciente trascendido del TC ha sido celebrado como un triunfo del derecho sobre la política, pero creo que no hay tal victoria. Lo que vemos no es el fortalecimiento del derecho ni la purificación de la política, sino la fragilización de ambas, porque el derecho constitucional no está llamado a imponerse sobre la política, si no a darle forma, a estructurarla, a permitir que la voluntad popular se exprese dentro de un marco legítimo y justo".
"Cuando ese marco se usa para destituir una representante elegida democráticamente sin probar hechos de corrupción ni dar espacio a la apelación, no es el derecho el que triunfa", sumó, concluyendo que "mi llamado hoy, en este año de definiciones electorales, es que no caigamos en la trampa de la polarización, de la mentira fácil, de la descalificación como método, Chile merece algo mejor"
Vea el VIDEO. Entre lágrimas se despidió del Senado, Isabel Allende: "Este fallo causa dolor e injusticia" y critica al Gobierno: “Ninguna autoridad nos advirtió de la inhabilidad"


