Si no se aprueba la Reforma Constitucional que permite retirar el 10% de los Fondos, viviremos situaciones muy serias. Las AFP son el nudo gordiano de la desigualdad en Chile y, una vez más, logran que un gobierno las mantenga como la proveedora de fondos baratos para los grupos económicos. El Presidente Piñera ha hecho hoy varios anuncios incompletos, vagos con acusaciones muy infundadas. Su intervención sólo busca que los parlamentarios retrocedan en lo que ya habían aprobado. No percibe en su ceguera bélica que no está a la altura y no recoge propuestas que favorecen la gobernabilidad. Cada chileno debe tener el derecho a decidir. Se puede tomar lo que sirva, no son incompatibles.

 

En medio de las zanahorias ofrecidas, me asombra una grave acusación, que repite una errada afirmación de algunos académicos de universidades que lucran: “Hay que respetar la Constitución, dijo el Presidente” Eso hace la Reforma Constitucional aprobada en la Cámara que actúa dentro del marco normativo. Se podrá discrepar de ella, por supuesto, se podrán destacar algunas debilidades, que podían solucionarse en el Senado, pero no es romper el Estado de Derecho. El que quiso saltarse la Constitución, fue el propio Presidente, al firmar un DS publicado el 14 de mayo de este año, cuando le entregó facultades a los Jefes de Fuerza las atribuciones para poner bajo su mando a todos los funcionarios públicos no sólo en el tema sanitario sino en todos los ámbitos.

 

La institucionalidad democrática funcionó y la Contraloría señaló: “Sin embargo, corresponde hacer presente que las instrucciones que pueden impartirse por los jefes de la Defensa Nacional, en virtud de lo dispuesto por el artículo 7°, N° 5, de la ley N° 18.415, Orgánica Constitucional de los Estados de Excepción Constitucional, no pueden, en ningún caso, alterar las funciones y atribuciones que el legislador ha radicado en los órganos de la Administración del Estado, dado que lo contrario implicaría invadir la reserva legal. Del mismo modo, cabe precisar que la supresión de las instrucciones del Presidente de la República a las que el decreto que se viene modificando sujetaba las instrucciones impartidas por los jefes de la Defensa Nacional, es sin perjuicio del control de las autoridades civiles sobre las Fuerzas Armadas y de la responsabilidad derivada de dicho deber de control.” Me llama la atención que no se hayan conocido reacciones de diversas entidades sobre esta pretensión que se enlaza con el lenguaje bélico y las amenazas de los grupos empresariales.

 

La derecha que llama a votar No en el próximo plebiscito reiterando que es el Congreso el que debe hacer uso de sus facultades constituyentes, ¿Con qué moral critican que el Congreso actúe de acuerdo a sus atribuciones?

El gobierno no ha entregado las cifras sobre el costo de sus medidas, de dónde se obtendrán y el detalle de los beneficiarios. La letra chica del Presidente ya es conocida. Su falta de seriedad se nota, una vez más, cuando propone un préstamo con un año de gracias, y tres para pagarlo y luego declara que si no se pudo pagar, el Estado lo condona.

¿Quién devolverá un crédito del Estado si sabe que lo condonaran? A él no le importa eso. Él busca aguantar hasta el final, los costos los pagará un próximo gobierno. Cómo lo hace en todo.

 

Recordó su Reforma Previsional que fortalece más a las AFP y crea otras sociedades con fines de lucro para que disputen nuestras platas. Habla de un aporte patronal del 6% de las remuneraciones, pero en 12 años, con 0,63% el primer año y que ya la Ministra del Trabajo dijo que no se podría aplicar por la crisis. No mejoran las pensiones realmente y los mínimos cambios positivos, como el alza de la Pensión Básica ya está vigente.

Pero diputados de oposición le creyeron, y le aprobaron su proyecto por concesiones menores, financiadas por el Estado, una vez más, que es el gran financista de las AFP, las libera del IVA y paga aportes solidarios a cuenta de todos. Espero que la experiencia vivida haga cambiar de actitud a los que tomaron ese camino equivocado.

 

 

Un economista, Director de AFP, que ha defendido la hipoteca reversible, alternativa que en su país de origen, sólo usa menos del 2% de los pensionados, porque dobla el negocio de los bancos y despoja a las familias de sus viviendas, declara, en el semanario Cambio21, que si el pensionado posterga un año la opción de pensionarse, se recupera la eventual pérdida. La Superintendencia que protege a las AFP y no a los afiliados, publica que puede haber una disminución de pensión, entre el 5 y el 12%. 6 mil o 12 mil menos en una pensión miserable cercana, a los 200 mil pesos. Basta ya, dejen a las personas que decidan, como lo reconoce la Reforma aprobada. Habrá un Bono especial de Reconocimiento, pagadero al momento de pensionarse, como lo propuso un ex Superintendente de pensiones, Alvaro Gallegos que se recoge en la Reforma.

 

Si se quiere reforzar los Fondos, eliminemos de una vez la Comisión arbitraria del articulo 45 bis del DL 3.500 que nos expropia, directamente de ellos, 500 millones de dólares al año, 1,5 millones diarios. Ya La Cámara de Diputados ha aprobado su eliminación pero el gobierno y la derecha la defienden. Esta Comisión fue creada en el gobierno de Lagos y mantenida en el de la señora Bachelet. Tengo en trámite un Recurso de Protección en la Corte de Apelaciones de Santiago, apoyado por el equipo jurídico que dirige Fuad Chaín, para tratar que el Poder Judicial use sus facultades como lo ha hecho con los abusos de las Isapres.

 

El rol esencial que las AFP cumplen en el control de la economía, se nota con las declaraciones amenazantes de los grandes empresarios. La campaña del terror del gobierno, de los grandes empresarios y de una tecnocracia neoliberal co-responsable de estos abusos, debe fracasar. No hay expropiaciones, ni tomas, menos amenazas personales. Hay una emergencia, agravada la pandemia neoliberal por una pandemia sanitaria. El 40% de los fondos que ellos ocupan a vilprecio, seguirán financiando sus actividades para que no se descarguen contra los trabajadores.

 

No pueden hablar en defensa de la seguridad social, porque ellos saben, se los dijo el propio José Piñera, que las AFP son una industria, regida por los principios de los chicagos, que sería más eficiente que el Ogro estatal del sistema de reparto. Lean el cascabel al Gato y no provoquen ni amenacen ni menos mientan sobre un asunto tan serio.

 

A los grupos ultras que quieren usar la violencia contra estos abusos, les pido que aprendan. Cuando un gobierno pierde el control, cuando no hay una alternativa seria y una minoría alienada busca el caos, los que vienen no son las soluciones, son los uniformados. Y aquí, todavía están contaminados por la cultura del dinero, no han reaccionado a los horrores del pasado, aún presentes. Ellos tiene rabia acumulada, generada por que los pocos de ellos que se van presos, mientras que personeros de la elite política transversal, que ha incurrido en delitos graves, se van a clases de ética o siguen estando en el gobierno y el parlamento.

 

Yo defendí un aporte directo del Estado a todos los afectados, ya que eso se hizo en dictadura para salvar el robo de los banqueros en los 80. Pero ahora hay que apoyar lo que se ha aprobado con mayoría transversal. Recursos tenemos. Insisto, 20 mil millones de dólares propiedad del Estado están depositados en el exterior para emergencias y garantía de pensiones. ¿Por qué no usarlos? La Reforma Constitucional propone crear un ente estatal empresarios y Estado. No estoy de acuerdo, pero adelante.

 

He propuesto que usemos el Fondo de Garantía de pensiones que ya existe, creado el año 2006, que tiene 10 mil millones de dólares y sólo hay que darle un carácter tripartito para que sea independiente, no autónomo, con representantes de los trabajadores, empresarios y el Estado. La discusión parlamentaria sería más breve. La autonomía de TVN o el Banco Central debilita el control de los órganos fiscalizadores, dándoles un poder inmenso a personas cuoteadas entre partidos. Esa autonomía es parte de lo que destacados académicos llaman “democracia semisoberana”

 

Espero que esos representantes entiendan que hay que mantener esa reforma en marcha, perfeccionándola en el Senado, ya que no es obligatorio para los afiliados retirarlos. Hay que dejar que los afectados decidan libremente. Basta de demagogia sobre la libertad, hay que respetarla.

 

Creo que el grado de apoyo transversal que se ha logrado debe facilitar soluciones urgentes y reales. Si no se aprueba, habrá una indignación casi inmanejable.

No está en juego la economía.

Se juega la paz social.