Un complejo y extenso escenario pandémico es el que augura la asesora de la Organización Mundial de la Salud, Jeanette Vega, quien explica que este tipo de emergencias globales duran cerca de cuatro años y que la inmunidad rebaño será imposible de lograr antes de fin del 2021.
La experta en salud pública precisó que "nos tenemos que hacer la idea que toda pandemia global de este nivel, el mundo que conocimos antes, ahora va a ser un mundo diferente. No vamos a volver a la normalidad ni en dos meses, ni en tres meses. Las pandemias de este tipo duran cuatro años en resolverse".
Respecto de la anhelada inmunidad rebaño que otorgarían las vacunas, Vega planteó que "no es posible realmente predecir cuándo realmente se alcanzará, porque es algo que se logra a nivel global cuando se logra evitar que el virus se siga transmitiendo".
Agregó que el objetivo es cuando "las personas tienen tal nivel de inmunidad que el virus no se propaga y se extingue (...) y eso, no se va a lograr en ningún país antes de fin de año. Estados Unidos la podría alcanzar, si es que no se le agregan nuevas variantes, alrededor del último semestre de este año. Reino Unido un poco después".
Agregó que el objetivo es cuando "las personas tienen tal nivel de inmunidad que el virus no se propaga y se extingue (...) y eso, no se va a lograr en ningún país antes de fin de año. Estados Unidos la podría alcanzar, si es que no se le agregan nuevas variantes, alrededor del último semestre de este año. Reino Unido un poco después".
Además, destacó que el mejor escenario es que el virus se transforme en endémico y se agregará a las amenazas que aparecen en el mundo cada cierto número de años.
Por último, aseveró que "esta nueva vida va a ser con una vigilancia muy estrecha de que no aparezcan nuevos brotes y que hayan nuevos casos y confinamientos (...) Para que volvamos a nuestras actividades presenciales, tenemos que ser capaces de tener una estrategia que mantenga una circulación lo más baja posible".
Por último, aseveró que "esta nueva vida va a ser con una vigilancia muy estrecha de que no aparezcan nuevos brotes y que hayan nuevos casos y confinamientos (...) Para que volvamos a nuestras actividades presenciales, tenemos que ser capaces de tener una estrategia que mantenga una circulación lo más baja posible".