Oh I'm just counting

Ataque químico contra pueblo sirio de Duma: maestros de las noticias falsas. Por Marcos Borcoski Periodista

El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera.
(Alexander Pope (1688-1744) Poeta inglés.)

A lo más bajo y perverso que puede llegar un cerebro desequilibrado, es poder jugar con los sentimientos y emociones de quienes observan a través de la TV imágenes que dan por ciertas y que posteriormente se descubre fueron falsas, fabricadas, como la  fantasía construida en un estudio televisivo  y que las víctimas  que aparecen en pantalla son  personas que, o han sido engañadas,  se les sorprende en su buena fe  o bien  son actores aficionados  a quienes se les paga por jugar el rol de víctimas de una tragedia, en este caso, de  la guerra en Siria.

¿A qué mentalidad retorcida se le puede haber ocurrido semejante “plan comunicacional?”.  La organización “Cascos Blancos”, de turbia procedencia e historia, informaba el mismo día 7 de abril que "Familias enteras en refugios han sido gaseadas hasta la muerte en Duma, en Guta Oriental, escondidas en bodegas, sofocadas por el gas venenoso.” Me pregunto, ¿acaso en estos momentos millones de personas a través de todo el mundo no están irritadas, molestas o furiosas cuando se ha descubierto que las “víctimas” de un “ataque con armas químicas” fue producto de un montaje y que los niños fueron usados como instrumentos para propagar una mentira?

Poco después del supuesto episodio, el gobierno de Siria y Rusia, (Moscú mencionado tangencial pero intencionalmente), desmintieron que el ataque químico en cuestión hubiese ocurrido el pasado 7 de abril en la ciudad siria de Duma. Pero, sin comprobación alguna, se usó como el fusible que Estados Unidos, junto a el Reino Unido y Francia utilizaron para justificar un ataque misilístico en contra de ese país, en contra de Siria.

Los habitantes de la ciudad donde supuestamente se produjo el anunciado ataque químico, dicen que allí nada ocurrió. La realidad es total y diametralmente opuesta a lo que se señalan medios de occidente

Lo interesante de este punto es que un periodista de la cadena estadounidense de noticias One American News Network fue a la ciudad de Duma. En sus propias palabras nada encontró y los vecinos del lugar le dijeron que ese día, en el que debió haber producido el “ataque químico”, no vieron ni escucharon nada anormal. Y viven a una cuadra y media del lugar de los supuestos ataques. 

Me detengo en este punto porque fue sobre la base de una denuncia de los Cascos Blancos que Estados Unidos, Reino Unido y Francia lanzaron el ataque contra Siria. En otras palabras, no se molestaron en verificar la autenticidad o veracidad de tales afirmaciones. Pero, si se piensa más en el fondo que en la forma del asunto, la verdad es que los tres países no necesitaban comprobación alguna. Necesitaban un pretexto para lanzar el ataque que tuvo el mundo entero sobre ascuas, considerando que pudo ser el gatillazo de un conflicto que podría haber escalado consecuencias mucho mayores que las que ya se producen en Siria.

Pero hay aún más y sorprendente. Porque hay otra denuncia en contra de la organización. 

El cofundador de la banda de rock británica, Pink Floyd, Roger Waters, se unió al periodista Max Blumenthal para desenmascarar a los “Cascos Blancos” y publicar los correos que estos le enviaron al bajista británico. Blumenthal dijo que “básicamente Roger Waters declaró que “Cascos Blancos” es una organización impostora de propaganda internacional, están fomentando la guerra y trabaja mano a mano con los grupos yihadistas en Siria”.

El pasado 13 de abril, poco antes del concierto que Waters hizo en Barcelona, la organización le envió otro mensaje y le pedían que se uniera a un fotógrafo para enviar “un mensaje a los niños de Siria”.

El co fundador de Pink Floyd les envió otro mensaje, mucho más decidor:

“Si escuchásemos la propaganda de los “Cascos Blancos” y la de otros, estaríamos animando a nuestros gobiernos a lanzar bombas sobre el pueblo de Siria. Sería un error de una escala monumental para nosotros como humanos…vivimos en un mundo donde la propaganda parece ser más importante que la realidad.”

Pero no ha sido todo, porque fueron los médicos del hospital donde atendieron a esas personas los que señalaron que nunca hubo indicios de efectos de tóxicos químicos en los pacientes.

Cerebros enfermos forjaron montaje en sus mentes y que fue –aún sin existir—la justificación para que se lanzara el ataque con misiles contra Siria. Si la escala de noticias falsas continúa, ¿hasta dónde puede llegar un conflicto real?