Luego de que este miércoles el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago decretara la prisión preventiva para Humberto Baeza Fernández, conocido como Tito Fernández, el cantautor nacional fue trasladado desde Puerto Varas a Santiago para cumplir con la medida cautelar tras las imputaciones de abuso sexual y violación.
La Policía de Investigaciones (PDI) fue a buscar a su casa al artista de 77 años, quien deberá mantenerse en prisión preventiva durante los 90 días fijados para la investigación.
Sobre la condena que arriesga Tito Fernández ante los cargos que se le imputan, la fiscal Mariela Cid sostuvo que: "respecto de los delitos de abuso sexual reiterado, respecto de cada una de las víctimas es una pena de crimen que va de los 5 años y un día a 10 años, y respecto de la violación reiterada, también respecto de cada una de las víctimas, las penas van de 10 años y un día a 15 años".
Además, explicó que se cursó una orden de detención inmediata al “Temucano”, ya que no se encontraba en su domicilio, sino que en Puerto Varas, donde fue detenido para ser trasladado a la capital.
“Se decretó una orden de detención para que se lleve a efecto y sea trasladado por la policía de investigaciones hacia la ciudad de Santiago y comience a cumplir la medida cautelar de prisión preventiva decretada”, señaló.
Una de las presuntas víctimas, declaró que en marzo de 2010, en un motel el cantante la habría amenazado con un arma blanca para tener relaciones sexuales bajo la amenaza de aplicar castigos si no obedecía.
La mujer aseguró que esta situación de abuso se habría mantenido hasta 2014.
Otra de las denunciantes lo acusó de aprovecharse de su situación de vulnerabilidad y que hubo abuso de consciencia
El tercer hecho habría ocurrido hace 10 años en el Sindicato de Folcloristas y Guitarristas de Santiago. La mujer denunció que la sometió bajo amenazas y que el abuso se prolongó por cinco años.
En este último caso, el cantante se habría aprovechado de la vulnerabilidad emocional y de la soledad de la víctima, para manipularla.
Tito Fernández es acusado también de liderar una supuesta secta de carácter sexual que tenía una jerarquía en la que el cantante era "el maestro".