Por Rebeca Araya

La mentira como expresión de nuestra creatividad y forma de ser es un tema que obsesiona a Cristian García Huidobro, que volverá a explorarlo, una vez más en escena este viernes 14 y sábado 15 de enero a las 20.30 en el Teatro Sidarte (Ernesto Pinto Lagarrigue 131, barrio Bellavista), esta vez junto a la actriz Ayleen Franco en la obra “Cómo mienten los chilenos”.

Según el actor, “mentir es parte de nuestra forma cotidiana de relacionarnos con el mundo. Creo que el humor es una buena forma de mirar esta forma de ser justo ahora, cuando una nueva generación viene a hacerse cargo de un país que se quedó sin  más opción que cambiar”.

“Cómo mienten los Chilenos” es una obra que escribió junto a Gian Franco Rolleri en 2007 y hoy le parece –dice- especialmente oportuno poner escena porque: “Venimos saliendo de un período crítico en que, entre estallido social, pandemia y las múltiples elecciones del año que pasó construimos muchas versiones de lo que somos, como país y como individuos. Ahora creo que es tiempo de revisar lo que decimos y hacemos, a ver si logramos juntar el camino con nuestro modo de caminar”.

¿Cómo es eso de las múltiples versiones de nosotros mismos y lo que somos y hacemos?

Un ejemplo: hoy nos resulta cómodo decir que hay un solo responsable de todos nuestros males: Piñera. Se nos olvida que lo elegimos y eso significa que alguna responsabilidad colectiva hay en haberlo llevado a La Moneda. Decimos que la juventud del Presidente electo y su equipo es un riesgo mayor. ¿Olvidamos que Andrés Zaldivar fue ministro de Hacienda de Frei a los 28 años y ministro de Economía a los 32? ¿O que Sergio Bitar a los 33 fue ministro de Allende? Y durante Pinochet, Miguel Kast, por mencionar a uno de los jóvenes que gobernaron este país en dictadura ¿No le parecieron a nadie inexperimentados?

¿Gabriel Boric será parte de los personajes que analiza su obra?

¡Por supuesto! En la obra imito a los presidentes desde el retorno a la democracia y construir cada imitación ha sido un trabajo duro. Porque –como con todos los personajes que abordamos en la obra- me acerco a su discurso desde el respeto, no desde la burla. El humor  puede mirar con cariño desde mentiras cotidianas como eso de: ‘Estoy a 10  minutos de llegar’ o…’El lunes sin falta te transfiero’, a las grandes historias que nos contamos para sacarle el cuerpo al bulto sin enfrentar los conflictos ni hacernos cargo de nuestras responsabilidades.