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Comuna de Lo Espejo promueve la parentalidad como escudo contra flagelo de la drogadicción

Este novedoso concepto de Parentalidad se enmarca en el Programa “Elige Vivir Sin Drogas”, que tiene como objetivo contribuir a la prevención de las adicciones en niños, niñas y adolescentes.

Decenas de madres de niños de 9 a 14 años, y también otros adultos cuidadores recibieron sus certificados de Parentalidad en el salón principal de la Municipalidad de Lo Espejo. Un plausible trabajo que han tomado estas vecinas de nuestra comuna para enfrentar flagelos latentes como el alcoholismo y la adicción a las drogas que, estadísticamente, están afectando cada vez más a nuestros jóvenes e incluso niños.

En la certificación participaron los profesionales del SENDA (Servicio para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol) y el alcalde Miguel Bruna Silva compartió con los vecinos certificados y sus familias, destacando, entre varios aspectos del proyecto, que este nuevo programa piloto “felizmente tendrá continuidad en 2020”, recibiendo un cerrado aplauso de los asistentes.

¿Qué es la parentalidad?

El concepto de parentalidad se enmarca en el Programa “Elige Vivir Sin Drogas”, que tiene como objetivo contribuir a la prevención de las adicciones en niños, niñas y adolescentes. Este se basa en un mayor involucramiento parental y de adultos cuidadores, fortaleciendo y desarrollando las condiciones y habilidades para tomar las medidas más acertadas para enfrentar el problema.

Antes de la Certificación las decenas de adultos, acompañados de niños y adolescentes escucharon a los profesionales encargados del programa. Katherine Díaz recordó que Chile tiene el alarmante récord de ser el país con mayores índices juveniles de adicciones, con 31 por ciento en ingesta de alcohol; 30,9 en consumo de marihuana y 8,9 por ciento de cocaína.

 Y otras mediciones también dan desalentadores resultados, como el aumento de la compra de sicofármacos en las ferias libre, sobre todo por parte de las mujeres.

A nivel nacional el 64,7 por ciento de niños menores de 15 años ha consumido alcohol y más de la mitad en este mismo rango de edad ya han probado los efectos de la marihuana. Y si a eso le agregamos que el 63 por ciento de los menores responde que han sido testigos de tráfico de drogas cerca de sus colegios, nos reafirma que la tarea es tan dura como importante.

La parentalidad positiva es uno de los instrumentos más eficaces contra estos flagelos y se basa en tres aspectos esenciales: el primero, la afectividad; segundo, claras normas y límites fijados desde el hogar, implícitos y explícitos y, tercero, el monitoreo y supervisión constante de las amistades y actitudes de los niños y adolescentes vulnerables.

Cristián Puelma, psicólogo del programa Lazos, recalcó la importancia de la acción temprana y preventiva en el caso de niños y adolescentes, y presentó a las terapeutas Loreto Vicencio y Laura Goñi, jóvenes profesionales expertas en el trabajo con niños, adolescentes y sus familias o cuidadores.

Se entiende por “cuidador” al adulto que viva con un niño, niña o adolescente y que se haga cargo de la satisfacción de sus necesidades básicas, afectivas y de protección; sin estar esto necesariamente sujeto a la existencia de un documento legal que le otorgue los cuidados formales (tuición o cuidados directos y regulares).

Este adulto debe establecer normas y límites al niño o adolescente, supervisar salidas y vinculación con pares, velar por su protección y correcto desarrollo, así como orientarlo para evitar y/o demorar el consumo de alcohol o drogas; tareas que son altamente desafiantes.