El Gobierno aceptó la renuncia del delegado presidencial en la Región del Ñuble, Gabriel Pradenas, militante de Revolución Democrática (RD).
La dimisión causó sorpresa en la zona, aunque la ahora exautoridad venía siendo cuestionada debido a una denuncia realizada por el exjefe de administración y finanzas de la Delegación, Lautaro Benítez, que reveló varias irregularidades, entre ellas la presentación de una licencia médica adulterada por quien fuera presidenta regional de RD en Ñuble, y por ese entonces funcionaria pública, Daniela Manosalva.
Pradenas era apuntado por no denunciar ante la Justicia un caso que pudiese ser un delito dentro de un plazo de 24 horas.
Otro tema han sido los millonarios contratos para la distribución de agua en la provincia de Diguillín, que, según se indicó, no estaban con firma.
"Da lo mismo del partido que sea. Cuando hay un incumplimiento con todo lo que tiene que ver con las buenas prácticas, con la probidad, con la generación de confianza en la aplicación de políticas públicas, sea del partido que sea, si éste no cumple y comete faltas graves a la probidad, se tiene que ir del Gobierno. Da lo mismo la militancia que sea", dijo hoy el senador oficialista Gastón Saavedra (Partido Socialista).
De forma subrogante, será la delegada presidencial provincial de Punilla, Rocio Hizmeri, quien asumirá el cargo de Pradenas hasta que se designe a la nueva autoridad titular.