Por Teresa Frías
Se posicionó como personaje televisivo y hoy recorre distintos escenarios por Chile con su talento, Juan Alcayaga, popularmente conocido como Don Carter, regresa a los escenarios.
El comediante con su show sin censura hace gala de su vasta experiencia haciendo reír al público con su humor rápido y directo al hueso, interpelando tantas vivencias íntimas de la vida diaria.
Don Carter es un actor y humorista que se hizo conocido a través del programa “El mundo del Profesor Rossa” y todas sus series derivadas. En conversación con Cambio21 nos cuenta que de Don Carter queda la esencia, “solo que ahora está más picaresco, pero son cosas de los tiempos. Nunca pensé que mi vida iba a tomar este rumbo, ni siquiera me lo habría propuesto”.
¿El humor ha cambiado?
La mayoría está haciendo stand up comedy, pero yo sigo haciendo los chistes sin censura. De todas maneras ha cambiado el humor, todo lo que se hacía y decía antes ahora muchas cosas son intolerables. Estereotipo de homosexuales, cosas que en esta época no caben. Pero sin duda el humor sí cambió.
Don Carter es un personaje conocido con el Profesor Rossa ¿Qué le parece que lo sigan recordando?
Eso lo agradezco harto, porque mucha gente que nos sigue desde aquellos años, y a pesar que el humor es más subido de tono, nos continúa siguiendo. Y debido a eso es que continúa la buena onda.
Perteneció a uno de los programas infantiles más reconocidos y de la cultura de nuestro país ¿Cómo ve la televisión hoy en día?
Parto de la base en que la televisión ha cambiado en 180 grados. Cuando estaba en televisión no había cable, entonces no teníamos competencia. Ahora si hacemos el formato que hacíamos no tendría cabida.
Ahora hay varios programas infantiles. Nosotros tratábamos de aportar por el lado de la cultura, pero difícil que hubiésemos seguido en estos tiempos.
¿Qué queda de Don Carter del Profesor Rossa?
Queda la esencia, solo que ahora está más picaresco, pero son cosas de los tiempos. Nunca pensé que mi vida iba a tomar este rumbo, ni siquiera me lo habría propuesto. Y un día terminé contando chistes. Yo no toco ni política ni religión en mis chistes por ejemplo.