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Editorial Cambio21: El Presidente electo y su primer gabinete

La nominación del primer gabinete de cualquier gobierno es un potente momento comunicacional ya que le permite marcar su impronta de lo que quiere realizar y como pretende realizarlo y se instala como principal actor de la arena política.
 
El Presidente electo con su primer gabinete ha dado varias señales. Ha formado un elenco ministerial de centroizquierda y no se redujo a la izquierda de Apruebo Dignidad buscando salir de su condición de Presidente de minoría en el Parlamento a un Presidente de coalición con semi mayoría (ya que la ausencia de la DC lo hace aún ser minoría en el Senado), lo cual le exigirá un alto grado de flexibilidad política buscando acuerdos transversales para poder avanzar en su agenda de transformaciones.
 
Los resultados en la elección parlamentaria no le permiten aferrarse a un purismo programático, debe impulsar la propuesta programática que acordó con los equipos de las otras candidaturas de la centroizquierda en la segunda vuelta y otros ajustes que acuerde buscando mayorías en el Parlamento.
 
También debe ser capaz de impulsar en ciertas áreas una gestión que permita implementar avances que logró la oposición en la ley de presupuestos 2022 que ya tienen financiamiento para este primer año de gobierno como la adjudicación de 50.000 subsidios habitacionales DS 49 para las familias vulnerables y de ingresos medios, en Salud Pública hay   $120.000 millones destinados a atender listas de espera no Covid e incrementar los recursos para la Salud Primaria en $36.000 millones en el per cápita, en las regiones hay más recursos ya que se permitió usar el saldo inicial de caja de $50.000 millones, en Transantiago se flexibilizó la glosa que permite expandirlo a comunas con alto desarrollo inmobiliario como Lampa, Colina, Padre Hurtado, Buin y Calera de Tango, en Educación Pública se creó un Fondo de Recuperación por $40.000 millones para 2022, o sea hay recursos para poder implementar nuevas políticas para este 2022 que dependerán de la capacidad de gestión de los nuevos Ministros.
 
Este gabinete en lo económico da una señal de gradualismo, responsabilidad y foco en hacer buenas políticas públicas al nombrar como Ministro de Hacienda a Mario Marcel -quién abandona la comodidad del Banco Central para aportar al país desde este complejo cargo-. Probablemente un sector de la izquierda dura cuestionará este nombramiento, pero logró despegar dudas e incertidumbres de múltiples actores sociales y económicos que ahora miran con más confianza un discurso sobre “la prioridad en la recuperación económica” y en “sentar las bases para un crecimiento sostenido y sostenible en los próximos años” como señaló el mismo Marcel.
 
Otro aspecto destacado del nuevo Gabinete es que se nombró en ciertas áreas a destacados académicos que tienen amplia legitimidad social para ejercer esos cargos ministeriales y no son simples operadores de los partidos políticos como muchas veces ocurrió en los últimos años , destacando Juan Carlos Cruz en Transporte, Maisa Rojas en Medio Ambiente, Claudio Huepe en Energía y también Mario Marcel, eso le hace bien a la necesaria modernización del Estado.
 
Otros aspectos destacados son la mayor presencia de mujeres, la baja edad promedio, la diversidad sexual, pero lo más relevante a despegar desde marzo próximo es si este elenco será capaz de administrar las altas expectativas de cambios sociales en parte de la ciudadanía con el necesario realismo que implica la complejidad de la tarea gubernamental, donde subsisten problemas de larga data donde diversos gobiernos han fracasado está última década como es en materia de estancamiento económico -ya 12 años de mediocre crecimiento y con perspectivas de un segundo semestre de fuerte ralentización de la actividad-, en materia de inseguridad en los barrios con aumento de robos y homicidios, el rebrote de la pandemia.
 
El realismo mostrado por el Presidente electo en la conformación de su gabinete muestra que se viene un año político intenso y complejo, pero que puede traer sorpresas si logran construir acuerdos transversales para avanzar en mejores políticas públicas.