Hay fuertes críticas -en distintos segmentos de la sociedad- sobre la deficiente gestión gubernamental, en especial sobre sus decisiones que son contradictorias con las promesas -vía twitter que hicieron en años pasados y en la campaña presidencial del 2021-.

 Esta crítica social al gobierno se ha acentuado con la decisión del Comité de Ministros de aprobar el proyecto minero Los Bronces, después de que el SEA había rechazado su evaluación ambiental. Este cuestionamiento se centra en la ministra de Medio Ambiente que además, auto califica al gobierno como “el primer gobierno ecológico de Chile”.

¿Se puede calificar como gobierno ecologista a uno que subsidia -vía MEPCO- el uso de combustibles altamente contaminantes como el petróleo diésel con US$ 2.000 millones el 2022?

¿Puede tener ese sello, un gobierno que mira con desdén como caen en cesación de pago 2 empresas de energías renovables en el último trimestre del año pasado (María Elena Solar S.A., e Ibereólica Cabo Leones II) y que no tiene la voluntad -para ajustar el marco regulatorio- que no está permitiendo en la actualidad el desarrollo de las energías renovables?

Se está generando un escenario desfavorable para el desarrollo de las Energías Renovables. El gobierno, se encuentra inmovilizado, con poca claridad sobre como avanzar efectivamente en la transición energética.

 El problema es real, y de no tomarse medidas regulatorias en el corto plazo, nos podemos encontrar ante la quiebra de un conjunto de empresas de energías renovables, al retiro de inversiones planificadas en el sector y en definitiva se vive una grave afectación de proceso de transición energética.

A pesar de que pareciera ser un conflicto de intereses entre dos sectores de la industria, tradicionales y renovables, la verdad es que se trata de un conflicto de un alcance mucho mayor, por cuanto pone en duda la consolidación de una nueva matriz energética basada en energías limpias y alcanzar las metas de transición energética. Eso preocupa a muchos sectores que buscan que seamos un país con una matriz energética más limpia.

Esta situación cobra mayor relevancia política en un gobierno que se ha autodefinido como el primer gobierno ecologista o verde de la historia del país. Así, el costo reputacional para el gobierno que tendría  una crisis masiva de las energías renovables, puede ser altísimo, pero hoy es un escenario futuro que no se puede descartar producto de la inacción del ministro Pardow.

Lamentablemente el Ministerio está actuando como quieren los sectores conservadores, calificarlo como “problemas exógenos” y no hacer nada, lo que significará un número importante de quiebras de empresas de energías limpias, revela que está “prisionero” de los sectores tradicionales del mercado energético y la transición a las energías limpias será mucho más lenta de lo que se esperaba.

Otro sector social decepcionado por la actitud gubernamental son los gremios de las PYMES que se han enterado por la prensa del incremento del Ingreso Mínimo a $500.000 mensuales a mitad del 2024. Porque son las empresas PYMES las que principalmente pagan el salario mínimo y producto del estancamiento económico no están en condiciones de financiar ese aumento salarial y demandan un aumento del subsidio fiscal instalado el año pasado.

Diversos gremios PYMES alegaron en la prensa por esta exclusión del diálogo social señalando -por ejemplo la Convergencia PYMES- que “no se puede llegar a un acuerdo de esta naturaleza, tan importante, a espaldas de las empresas de menor tamaño, ya que es dejar fuera a un actor que va a resultar impactado de forma significativa por la medida y puede tener efectos indeseados en el empleo” y denunciaron “la contradicción de un gobierno que se ha autoproclamado pro pyme, pero las medidas que adopta van en contra de las pequeñas empresas, impulsando iniciativas que en su conjunto no atienden la realidad de este sector”.

Además, las pymes desde octubre tendrán una fuerte alza tarifaria en electricidad -app 40%- que es un insumo importante para su actividad productiva y no tienen apoyo para amortiguar esta alza de costos y esto explica que se sientan abandonados.

A los gobiernos se les mide por su gestión, por su capacidad de enfrentar y resolver los problemas, por su capacidad de diálogo y claramente en estos dos ámbitos (energías renovables y pymes) el gobierno está claramente al debe.