Oh I'm just counting

El día siguiente. Por Jorge Orellana Lavanderos. Ingeniero, escritor y maratonista.

- Es curioso lo ocurrido- aventuró Marcial desconcertado, empeñándose en interpretar  el titular del Mercurio que tenía sobre la mesa y que establecía el resultado de la elección: BORIC: 56% - KAST: 44 %.
-No es extraño- replicó Simón ufano. El mundo giró a la izquierda y eso..., me llena de esperanza.
-Hablas de izquierdas y derechas- se molestó el viejo, como si esas fuerzas incubadas en  la guerra fría interpretaran al ciudadano actual.
¡Nada más ajeno a la realidad!

-¡¿Porqué?! ¿Porque a usted le duele que una vez más la izquierda recupere el poder?
-¡No!- se fastidió Marcial. Solo quiero entender... porque, nunca seremos capaces de resolver un problema que desconocemos. Me preocupa que, en períodos de cuatro años, Chile vaya de un extremo a otro, aumentando, eso sí, cada
vez más la amplitud del péndulo.

-¿Cómo es eso?- lo interrumpió burlesco Simón.
-¡Muy simple! Partió con el gobierno de Bachelet, cuando la izquierda llena de escrúpulos insinuó ciertas reformas. Le siguió, como en el movimiento armónico simple del péndulo, el primer gobierno de Piñera. Con mayor vehemencia, regresó Bachelet al gobierno, intentando ahora reformas en mayor grado, pero otra vez, en desconcertante actitud, la ciudadanía instaló a Piñera en el poder.

Difícil de entender en realidad- aceptó el joven.
-Cansada de no tener el resultado esperado – siguió el viejo, la comunidad se levantó en estallido, reclamando reivindicaciones, y en eso estábamos, con un presidente agónico en un aparente desenlace anticipado -cuando fustigando al mundo y salvándolo- se presentó la pandemia.
Y..., en los dos años siguientes el gobierno solo pudo resistir... seducida la ciudadanía por el congreso que autorizó inconstitucionales retiros de fondos de pensiones y por el gobierno que -a través de subsidios estatales- vino en ayuda de la familia y las personas. La explicación es simple: el modelo al que aspira el ciudadano de hoy, no tiene nada que ver con el romántico idealismo de la izquierda, ni con el racional pragmatismo de la derecha. No es más que la búsqueda del líder que, sin importar de donde venga, permita al elector acceder a una mayor cantidad de bienes.

-No exagere Marcial, en el movimiento juvenil que nos gobernará sobrará el idealismo ¡Ya lo verá!
-¡Puede ser! Pero me inquieta la presión que ejercerá la ciudadanía... ¿No te parece extraño que la gente deambulara confundida entre dos proyectos tan distintos? Se requiere- siguió el viejo, alguien con habilidad para generar riqueza y que, siendo eficiente en el gasto, la reparta de forma equitativa. ¡No será fácil! Porque se enfrentarán inmemoriales fuerzas que pululan desde siempre en el corazón del hombre.

-Y... ¿Qué quiere don Marcial? ¿No es lógico que la gente apueste por el que cree que mejorará su condición económica?
- ¡¿Cómo en un remate?! - rio sarcástico el viejo. ¡Claro que importa la economía! Pero..., se impuso un escenario de extremos: Por una parte se exigirá reivindicaciones inmediatas ¿Quién controlará esas expectativas? Temo a la intransigencia. Y por el otro lado: ¿Existirá racional generosidad de parte del dueño del poder y la riqueza? La armonía
es tarea de todos.

Un hombre vaga por la calle vacía... El amanecer brumoso encierra la certeza de una perenne niebla... Goza su soledad,
pero reconoce lugares por los que pasó acompañado, entonces sufre... El impenetrable misterio del mar y la montaña se ocultan tras la niebla...La seducción destructiva de la tierra contiene una atracción inevitable... Aunque todo estaba
igual nada era como lo recordaba... Esa familiar sensación del reencuentro... Conocía de siempre ese lugar porque era su patria... Acosadoras fuerzas opuestas acentuaron el conflicto del hombre... El hombre no cesa en su eterna lucha por vencer a otro hombre... Sigue habitando en lo insípido el pan que nos nutre, y quien se ha saciado con el agua fresca de un manantial, no encontrará mejor bebida.

Al paso de los días, vuelve el joven a la casa del viejo.
-¿Cómo estás Simón?- fue el saludo alegre de Marcial al verlo.
-Esperanzado- le respondió, luciendo en su rostro esquivos arreboles cargados de franca
ilusión.
-También yo he ganado esperanza.
Ciertas actitudes del presidente electo me ilusionan.
He visto en ellas gestos que me han devuelto la confianza. No ha habido soberbia en sus actos que han tenido prudencia y sensatez.
- Un líder don Marcial, según le he escuchado, debe tener carácter y criterio, aspectos que ha mostrado, ahora ofrecerá capacidad y compromiso, algo que espero, no le faltará. ¿No lo
cree así?
-No estoy acá para marcar diferencias odiosas
  con el actual presidente en ejercicio- dijo en su visita a la  Convención, y cuando se oyeron gritos en favor de indultar a los presos del estallido, anunció: No se tomará una decisión apresurada y cada caso se tratará de a uno. Desoyendo a un senador electo que advertía no caer en la vieja política de lograr consensos con la derecha, replicó: no habrá cuoteos políticos y al gabinete irán los más capacitados. Ha promovido la unidad como esencial para lograr acuerdos. Ha ido contra la corriente, lo que denota sabiduría porque en la dirección opuesta, el río solo arrastra desperdicios.
Tal vez... ¿Por qué no? Su gesta sea una epopeya. Lo que más me ha gustado –añadió el viejo, han sido sus gestos humanos; el primero: el saludo a su perro antes de viajar a Santiago a conocer los resultados; y el segundo: conocer la acción de su madre, que ha dispuesto en su hogar una casa de acogida para niños en proceso de adopción. ¡Alcanzará al presidente algo de ese chorro de generosidad!

-¿Y a qué temerle entonces? Porque leo desconfianza en su voz y el acento de su semblante desmiente la lógica de sus palabras.
-Porque- respiró profundo y tomó aliento el viejo... Porque el hombre se empeña en complicar lo simple. Porque el ejercicio sencillo de calzarse los zapatos del otro se contrapone con nuestro interés, y no dimensionamos que, agazapada, en esa esperanza, subyace la gran solución...
Porque se ha desatado el boom de un consumo descontrolado que nunca llenará el inextinguible vacío del alma... Porque, base del crecimiento del hombre, el exceso de rigor, en cierto límite, se torna destructor y amenaza nuestra dignidad... Porque hablamos de igualdad como si se tratara de algo fácil de alcanzar ¿No es el mejor ejemplo de lo que digo la forma en que los países desarrollados hoy distribuyen vacunas al tercer mundo? ¿Recuerda hoy, alguien el apostolado de Albert Schweitzer?
¡Qué difícil es hoy designar un Premio Nobel de la Paz! ¿Sabes por qué? Porque el hombre falla, porque el hombre ha sido condenado a fallar...
-¡Ya sabía yo que iba a salir con algo!- lo  interrumpió con los ojos húmedos porque las palabras del viejo cumplían el efecto de horadarle el alma. ¿Tiene que ser tan amargo?- le enrostró airado.

-El hombre está condenado a fallar... pero un verdadero líder supera ese aciago destino...
ese es hoy nuestro camino de esperanza: interpretar en paz, el contundente mensaje ciudadano y conciliar las reivindicaciones y la generosidad. ¿No subyace en esa expresión el entrañable misterio de la Parábola de los Talentos?