España celebraba eufórico su primer título en una Copa Mundial del Fútbol en 2010. Y entre tanta emoción en las gradas y entre los jugadores, una de las imágenes que siempre quedará en la memoria es la del beso que le plantó el arquero Iker Casillas en plena entrevista a su novia periodista, la ya famosa Sara Carbonero. Despacho en vivo que se hizo viral en todo el mundo. Primero aparecieron las reacciones románticas ante el gesto y luego las implicancias profesionales para la joven reportera deportiva.
Pero la pareja llevó más allá su romance. Se casaron en 2016 y tienen dos hijos. Exitosos, bellos y admirados.
Un panorama soñado e ideal para las páginas de la prensa rosa ibérica, que tomó otro giro el 1 de mayo pasado. Ese mes el portero, de 38 años, fue llevado de urgencia al hospital por un infarto al miocardio. Solo 20 días después, Carbonero, de 35 años, reveló que enfrenta un cáncer de ovarios. Algo que no terminaba ahí en los titulares: un par de días más tarde la opera de urgencia para extirparle un tumor.
Desde la fecha, el matrimonio ha seguido con optimismo su vida, pese a que él se viera obligado a colgar los guantes de arquero y ella detuviera su agenda profesional para ver su tratamiento. Y entre mensajes positivos que comparten en redes sociales, esta semana, la periodista emocionó a sus seguidores dando cuenta del estrés médico que pasan en estos días de vacaciones del verano español.
“De repente las cosas más cotidianas y banales del mundo han dejado de serlo para convertirse en instantes únicos y mágicos, muchos problemas se han ido de golpe. Siento a mi gente más cerca que nunca y me estoy riendo, creo que como jamás antes lo había hecho. Porque la vida es así, un cambio constante, un regalo precioso pero envenenado. Una rosa con espinas, como la que me ha traído esta mañana del parque Martín a la cama.
“Cuando le he preguntado si se había hecho daño al cogerla me ha respondido que sí, que de hecho se había pinchado pero que merecía la pena por darme la sorpresa. Luego le hemos quitado las espinas y la hemos metido en un jarrón con agua. – ¿Ahora te gusta más? – Le he preguntado. – No mamá, ahora no parece una rosa de verdad”.
“Y tenía toda la razón, porque la rosa no deja de ser bonita por tener espinas, ni las espinas dejan de hacer daño porque tengan rosas. Siempre hay algo de dolor en lo bello y algo de belleza en el dolor”.
“Y en esas estamos, consiguiendo que los ratos buenos superen con creces los menos buenos. Porque como diría el gran Andrés Montes, la vida puede ser maravillosa. #HoyEstoyIntensa #DeVezEnCuando #Verano2019 #SlowLife”.
Carbonero, también por la misma red social, cuando reveló su cáncer explicó sobre su futuro: “Todavía me quedan unos meses de lucha mientras sigo el tratamiento correspondiente”. Desde la fecha ha recibido una oleada de mensajes de apoyo.