Foto: Esta foto es de hace un año y medio. El estadio Fiscal de Talca inundado. Al lado del estadio, se construiría el nuevo casino...
En una nueva muestra del cariño inquebrantable que algunas autoridades sienten por los grandes inversionistas, la Superintendencia de Casinos de Juego ha decidido otorgar más tiempo a Sociedad de Ríos Claros S.A., el Casino Dreams de Talca, para materializar su proyecto.
A través de la Resolución Exenta Nº 194, fechada el 17 de febrero de 2025, se concedió una prórroga de 12 meses para la construcción del casino y 18 meses para las obras complementarias. Así, el paraíso del juego en Talca ahora tiene hasta el 21 de noviembre de 2026 para su inauguración y hasta el 21 de mayo de 2027 para completar su “proyecto integral” .
Lo más increíble de este gesto de "buena voluntad" es que el casino se construiría en un terreno inundable, inaugurado hace poquisímos meses por la propia ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas que lo declaró además área de influencia del Humedal Urbano Cajón del Río Claro y Estero Piduco. En ese lugar se construiría, hasta la fecha, sin permisos ambientales aprobados el nuevo Casino de Talca.
Un pequeño detalle técnico que, al parecer, no inquieta demasiado ni a la Superintendencia de Casinos de Juego, ni a la subsecretaria del Ministerio de Hacienda, que participa como presidenta de la obtención de estos permisos que prefiere mirar hacia otro lado cuando el beneficiado es un gigante del rubro.
Un proyecto con más vidas que un gato
Este nuevo casino ha sorteado más obstáculos que un apostador con mala racha: objeciones de organismos técnicos, regulaciones ambientales cada vez más incómodas y, por supuesto, un humedal urbano recientemente reconocido que complica las cosas. Sin embargo, en lugar de tirar las fichas sobre la mesa y retirarse, Dreams sigue jugando con el respaldo incondicional del Estado.
Pero la trama se pone aún más interesante. No solo se trata de un proyecto con problemas ambientales, sino que Dreams se encuentra actualmente bajo investigación por colusión, junto con Enjoy y Marina del Sol, en una trama que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) ha estado desentrañando. ¿El motivo? Supuesta manipulación de licitaciones entre 2021 y 2022, con el objetivo de repartirse el mercado de casinos en Chile. ¿El resultado? Un caso que podría traer sanciones mega millonarias y, quién sabe, hasta inhabilitaciones .
¿Compromiso con la inversión o con el Medio Ambiente?
Desde el Ministerio de Hacienda y la Superintendencia de Casinos, se insiste en la importancia de la inversión y la reactivación económica. Lo curioso es que este entusiasmo no se refleja en otros sectores, donde las trabas burocráticas son el pan de cada día. Pero claro, si el proyecto pertenece a una empresa investigada por colusión y que pretende instalarse en un terreno riesgoso sin permisos ambientales, ahí sí aparecen la flexibilidad y las prórrogas mágicas.
Mientras tanto, quienes defienden el humedal y el ordenamiento territorial insisten en que este casino es un despropósito ambiental y regulatorio. Sin evaluación ambiental aprobada, sin garantías de sostenibilidad y con un historial de irregularidades en la industria, este parece ser un ejemplo de libro de cómo algunas inversiones reciben un trato preferencial que ya lo quisieran otros emprendedores. Un ejemplo: el proyecto de Tierras Raras en Penco detenido porque se encontraron !seis árboles naranjillos¡ que podrían complicar una inversión inicial de más de 120 millones de dólares y miles de empleos para la zona ahora que no está Huachipato.
La última Gran Apuesta
Con el nuevo plazo extendido, la pregunta ya no es si el casino se hará realidad, sino cuánto tiempo más podrá sostenerse este juego antes de que la casa pierda. Porque, tarde o temprano, alguien tendrá que responder por este enredo de plazos, permisos, grave colusión e inundaciones.
Pero bueno, en Chile siempre hay que recordar que mientras algunos proyectos naufragan por falta de permisos, otros reciben una alfombra roja… aunque sea sobre un suelo que se inunda.