Comenzó a regir la normativa que obliga a las empresas a bloquear los celulares nuevos que hayan sido robados desde sucursales, bodegas o procesos de traslados.
La iniciativa surgió a raíz de la preocupación de diversos sectores por los altos grados de violencia que se generan en este tipo de robos, los cuales terminan incluyendo a terceros, como los mismos clientes. Así ha sucedido, por ejemplo, en la tienda MacOnline del Mall Arauco Maipú, donde a fines de diciembre se registró un asalto con balacera.
“Es importante que la industria sea parte de estos esfuerzos y este compromiso, porque ahora serán ellos quienes tendrán que llevar adelante y aplicar lo que hoy es una obligatoriedad de desactivar los celulares que podrían haber sido robados“, destacó el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara.
Los celulares nuevos robados deben quedar bloqueados en un plazo no superior a 24 horas.
Esto se realiza mediante el registro del código IMEI (Identidad Internacional del Equipo Móvil, según sus cifras en inglés), una especie de RUT del teléfono que identifica al aparato de forma exclusiva a nivel mundial.
El subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya, reconoció que “no tenemos una cifra de la cantidad de teléfonos robados en total”, pero destacó que para avanzar en la medida consideraron la “inseguridad para las personas, porque cuando se produce un robo violento, afecta a la compañía que es robada, pero también afecta a todas las personas que están en el entorno de este robo”.
“De lo que se trata es de desincentivar que esto ocurra, evitar que esto tenga el valor comercial que tiene hoy día, porque un teléfono que vale $1 millón, cuando se comercializa en un mercado secundario, se va a comercializar en $500 o $600 mil. Si no va a poder ser utilizado en Chile, su valor baja y, por lo tanto, el beneficio de este delito se reduce y se desincentiva que esto ocurra”, explicó.