Oh I'm just counting

Especial: Cómo revivir la chispa en el amor en tiempos de pandemia

Por Jackie Mercado
 
La convivencia en pareja se ha alterado para muchos que con las recomendaciones de encierro como medida preventiva por el COVID-19, han tenido que ajustarse a compartir más tiempo juntos del que acostumbraban, cuando la cotidianidad de un turno laboral los separaba por una jornada gran parte de la semana.
A esto se añade que los planes de salir en pareja a distraerse en el tiempo libre se ven afectados por las limitaciones impuestas para ciertas actividades. Sin embargo, ¿qué puedes hacer para cuidar que no se apague el amor?
“El aislamiento social no tiene que ser sinónimo de la desconexión”.
 
“Estamos viendo, y los estudios confirman, tanto parejas que han tenido declive en sus encuentros sexuales, como las que han visto aumento en frecuencia y las que dicen estar relativamente igual en ese aspecto”. “Las personas reaccionamos de forma distinta a estrés como el que estamos todos pasando ahora mismo con la pandemia. Para algunos, el estrés de la pandemia añadido a todos los cambios y demás inconvenientes que puedan estar teniendo, como la inestabilidad económica, cambios en la rutina, nuevas formas de trabajar, mayores responsabilidades al estar trabajando mientras cuidan de los hijos, hacen que el deseo sexual disminuya y sea lo menos que tienen en la cabeza. Pero otras personas en esta misma situación utilizan los encuentros sexuales como una de las maneras para manejar dicho estrés y, por tanto, pueden encontrarse con mayor deseo sexual en estos momentos”.
 
Profesionales hacen énfasis en que el éxito de la convivencia es un compromiso de ambos. “Creo que un error común es culpar a nuestra pareja por todo lo que anda mal en nuestra relación. Una relación es de dos. Tenemos que analizarnos bien y pensar en cómo estamos contribuyendo al estado de nuestra relación”.
Por otro lado, si bien es cierto que el encierro puede llevar al cuestionamiento de si “estoy con la persona con la que quisiera estar en este encierro”, lo importante es analizar si realmente existe la determinación de revivir la llama de la pasión.
“Nunca es tarde. Somos seres increíblemente resilientes y estamos todos en el mismo bote. Empieza a cuidar de ti mismo o ti misma, y a tener mejores conversaciones con tu pareja”. “Empieza a crear pequeños espacios para que esto se pueda dar en tu relación. El placer y la celebración por la vida pueden coexistir con la crisis de la pandemia”.
Enciende la llama
 
Establece nuevas rutinas y rituales que vayan al acorde con nuestra nueva realidad. Es importante tener nuestro propio espacio dentro de lo que se pueda, separando el trabajo del juego, el día de la noche/fin de semana.
Enfatiza los gestos de atención que le dicen al otro “tú me importas”.
Agradece a la pareja por todo lo que hace y por las cualidades de su persona que se evidencian en lo que hace por ejemplo, en lugar de decir “gracias por hacerme café”, podemos decir “gracias por estar siempre pendiente de mí y acordarte que sin café por las mañanas no funciono”.
 
Utiliza este momento histórico para ser creativo en nuestra intimidad sexual. Envía textos para saber cómo va el día de nuestra pareja, aunque sepas que está en el cuarto de al lado.
Realiza citas en casa mientras los niños disfrutan de una película o mientras duermen.
Transformemos nuestra habitación en un spa para darle un masaje a nuestra pareja con música, velas, aceites, aromaterapia.
 
Hagamos un picnic en el patio o “reservaciones” para una cena romántica en la terraza.
Compartamos fantasías, traigamos juguetes sexuales, incorporemos material sexual educativo, sexting, etc. “El cielo es el límite cuando se trata de reinventarse sexualmente”, resaltó una terapeuta sexual.
Separa tiempo para tu autocuidado. “Que cada cual pueda recargar sus baterías, aunque sea teniendo cinco minutos para darse una ducha caliente sin interrupciones de niños, etc.”.
La comunicación honesta y abierta es esencial. “Aunque llevemos 50 años juntos, nuestra pareja no nos lee la mente. Debemos de pedir lo que necesitamos del otro, pero de una manera que aumente las probabilidades de que vamos a obtener lo que queremos”.
 
Dialoga. “Hablemos de nosotros mismos, de lo que sentimos y lo que necesitamos, sin criticar o culpar a nuestra pareja por lo que está haciendo o dejando de hacer”. “Las mujeres, sobre todo, muchas veces resentimos el tener que pedir cosas que entendemos que ‘se caen de la mata’ o que nuestra pareja debería de requeté saber. Pero la realidad es que todos salimos beneficiados cuando hablamos de una forma clara, concreta, especifica, amigable, etc. Usemos esas estrategias de una buena comunicación con todos, empezando por nuestra pareja”.
Pregúntate si estás siendo la pareja que quisieras tener. “Y si no es el caso, empecemos a ser el tipo de pareja que quisiéramos ver en el otro. El cambio empieza por uno”.