Por Jackie Mercado
El stress producto del encierro lleva ineludiblemente a un repliegue de lo erótico. Aquí una guía para empujar el deseo de la mano de un profesional.
Estudios clínicos realizados por investigadores e investigadoras de distintos países sobre el efecto de la pandemia de coronavirus en las conductas sexuales demuestran que disminuyó la frecuencia sexual en las parejas y, por el propio confinamiento.
Se ha observado que aproximadamente una de cada tres parejas mostraba una reducción significativa de la frecuencia de las relaciones sexuales así como un empobrecimiento de las mismas, una reducción del deseo y una baja de la mayoría de los parámetros con los que se mide la calidad de la sexualidad de las parejas. Todo eso, acompañado de una merma significativa en la búsqueda y programación de embarazos. A diferencia de lo que se podría suponer, la posibilidad de una mayor intimidad frente a compartir más tiempo en común no fue motivo suficiente de estimulo a la vida sexual.
Relaciones sexuales y coronavirus
Asumamos que la cuarentena impuso cambios profundos en nuestras vidas y que lejos estamos de poder abandonarlos. En esta coyuntura recordemos que la sexualidad no se limita al contacto físico con la otra persona sino que hay que considerar al sexo como lo que es, el origen de placer, un medio de reproducción y de comunicación erótica.
El autoerotismo, es decir la masturbación, el cibersexo, el sexting y la pornografía son versiones y recursos totalmente compatibles con el confinamiento. Mas allá de la utilidad de estos recursos no debemos olvidar que el envío de material de contenido sexual por internet tiene también su riesgo, no nos contagiaremos un virus, pero podemos ser susceptibles de hackeo, ciberacoso.
Recordemos algo tan simple como que podemos disfrutar de los pilares del erotismo, la seducción y la ternura, sin la necesidad de una persona corporalizada a nuestro lado, es más, quizás hasta potenciados por su ausencia.
En el límite con el humor han surgido recomendaciones para mantener relaciones sexuales en posiciones “seguras “en cuanto al contagio del coronavirus basadas en la premisa de mantener alejadas las bocas de los y las amantes a por lo menos un metro y medio. Por los antecedentes sabemos que los intentos de “normalizar el sexo” no suelen llegar a buen puerto, pero a título informativo, hay una nueva postura llamada Coronasutra.