Por Antonio Reynaldos, desde Países Bajos
El Festival Internacional de Cine Rotterdam (IFFR en adelante ) lanzó su 51 edición con la exhibición del film Munch, primera cinta del director noruego Henrik M. Dahlsbakken.
Este es el primer festival presencial desde 2019, habiendo tenido formato online los dos últimos años, a excepción de un mini festival en julio del año pasado, con invitados y público limitado.
Es también el tercer festival a cargo de la nueva directora, Vanja Kaludjercic, de origen croata, y el primero con participación completa presencial de invitados y público.
Kaludjerovic llegó a esta posición luego de larga carrera desde participante en festivales de cine en la ex Yugoslavia, para luego trabajar en distribución en Paris, luego en programación para la plataforma de cine digital MUBI.
Munch narra la vida del atormentado pintor, conocido por su icónico cuadro El Grito, por un periodo de cuatro generaciones en diferentes ciudades. El personaje es interpretado por cuatro actores distintos, cubriendo su vida desde joven estudiante a anciano encerrado en su casa.
El festival ha cambiado, así como lo ha hecho el cine mundial, que luego de tres años de pandemia ha cambiado tanto en público, que cada vez ve cine a través de plataformas digitales o TV, como para los cinematografistas, que también debieron adaptarse a trabajar en condiciones limitadas por la cuarentena, produciendo cintas con equipos limitados en personal y espacio, lo que a la vez les dió una libertad al no depender de estudios o grandes productores.
Al mismo tiempo, plataformas como Netflix, HBO, MUBI, BBC, comenzaron a producir cintas propias, lo que cambió el paradigma, de productoras de cine que entregaban material que ya no era rentable para distribución en salas a estos medios para sacarle alguna ganancia extra.
Los grandes festivales de cine: Cannes, Venecia, Berlín,San Sebastián, Sundance también ha reaccionado a estos cambios, dando al cine de esta nueva forma de producción su lugar.
Si Rotterdam puede caracterizarse en algo, es que aquí se ve cine que no se ve en otras partes: el festival comenzó en 1971 como iniciativa personal de Huub Bals, un cinéfilo empedernido, que ya había hecho una carrera en distribución de cine alternativo. Así nació el Film International en Rotterdam,con apoyo del municipio que quería disputar el centro cultural a Amsterdam y La Haya.
La idea principal del festival era dar oportunidad a jóvenes realizadores de cine independiente desconocidos, especialmente provenientes de regiones alejadas de los centros habituales de producción cinematográfica. La segunda idea era que fuera un festival por y para cineastas: realizadores, guionistas, productores y críticos, un punto de encuentro de profesionales del cine, lejos de la frivolidad de estrellas de cine y por lo mismo no debía tener carácter competitivo ni otorgar premios.
Y a partir de los primeros años, IFFR no sólo sirvió de podio a estos nuevos directores, sino comenzó programas de apoyo a producción y desarrollo que luego eran estrenados aquí.
Así nació el Fondo Hubert Bals, para desarrollo, finaciamento y distribución de nuevos proyectos y CINEMART, un punto de encuentro entre realizadores con proyecto en estado avanzado o terminado que necesitan encontrar financiamento para filmar, terminar o distribuir sus proyectos.
Así fue como en Rotterdam muchos grandes nombres del cine como directores, actores, fotógrafos, tuvieron su primera exposición al mundo, Jaramusch, Nolan, Johny Deep, Wim Wenders, Raúl Ruiz.
Aunque en un comienzo el festival no otorgaba premios, con la idea que no era posible comparar films tan diversos, la presión de premios otorgados por los otros festivales hizo que fueran apareciendo distintos galardones: el principal, el Tigre de Rotterdam, el premio Ammodo a cortometraje y el premio Big Screen, que da oportunidad de distribución en Holanda.
Otra sección que ha tomado importancia es Cinema Regained, retrospectiva de grandes directores, cuyas cintas antiguas son difíciles de ver.
Este año existe el programa Art Directions, instalaciones y acciones de arte en diversos lugares de Rotterdam, una de ellas una visita a los depósitos del museo Boijmans, ahora cerrado por remodelación, hecho por Steve McQueen (no el difunto actor, sino director americano).
Existen diversos premios de público y críticos: en cada exhibición, público puede calificar cinta de 1 a 5, hay premio de críticos jóvenes y de la asociación de críticos de cine FIPRESCI
La prueba de cine desconocido la da una de las cintas chilenas : El Puño del Cóndor presentada en la sección Harbour (puerto): una película de artes marciales! Cuando la vi en programación, pregunté a la gente de cine en Chile si conocían su director: Ernesto Díaz Espinoza o si sabían de la existencia de este género en Chile. Nadie lo sabía no de oídas, en conversación con ellos me entero que tienen distribución internacional en países donde el género tiene público y seguidores.
Otros films chilenos son Las Demás, de Alexandra Hayland, incluída en la sección Bright Future, de primeras cintas y tres cortometrajes : Alien 0089 de Valeria Hofman incluida en programa The Time is Now y Geranios de Lou Marino, en programa In Confidence
En un artículo siguiente incluiré conversaciones con los participantes chilenos presentes y comentarios de películas notables exhibidas, ha sido este año más difícil para la prensa, que solía tener una sala de trabajo con terminales donde se podían ver la mayoría de las cintas y demás material del festival.
LINKS
Competencia El Tigre
https://iffr.com/nl/iffr/2023/a-z#subSections=Tiger+Competition
Competencia de cortos
https://iffr.com/en/awards/ammodo-tiger-short-competition
Fondo hubert bals
https://iffr.com/en/hubert-bals-fund
CINEMART
https://iffr.com/en/cinemart-2023
BIG SCREEN
https://iffr.com/en/awards/big-screen-competition
CRITICA
https://iffr.com/en/awards/fipresci-award
Cr;iticos holandeses
https://iffr.com/en/awards/knf-award
5 jovenes
https://iffr.com/en/awards/youth-jury-award