Oh I'm just counting

Famoso médico italiano exantivacunas, arrepentido: “Tenemos tantas muertes en nuestra conciencia”

"Strage di Stato: Le verità nascoste della Covid-19″ (Masacre de Estado: Las verdades ocultas del Covid-19), se titula el libro que en marzo de 2021, lanzaron tres autores italianos: Pasquale Bacco, Angelo Giorgianni y Nicola Gratteri.

El texto, plantea que, ante la crisis del Covid-19 instituciones de renombre actúan en “sentido contrario” a los objetivos declarados: “¿Qué pasa si quienes dan las órdenes no saben o engañan, si los órganos de control callan y la información desinforma? Mueren inocentes los que podrían haberse salvado. Desaparecen derechos que debían ser protegidos. Tomamos el camino del infierno, del cual sólo el amor a la verdad puede distraernos”.

Pasquale Bacco, uno de los autores, es médico. Profesional que por dos años fue un destacado activista contra las vacunas Covid-19 en Italia. Participó en numerosas conferencias sobre el tema y en cerca de 300 protestas antivacunas. Cuenta en Facebook con más de 7.000 seguidores.

Su libro y actuar, fueron, sin duda, material fértil para teorías conspirativas. Pero hoy piensa diferente. Está convencido de que el Covid-19 mata y que las vacunas son la solución.

Portada del libro “Strage di Stato: Le verità nascoste della Covid-19″ (Masacre de Estado: Las verdades ocultas del Covid-19).
¿Qué lo hizo cambiar de opinión? “Cuando vi morir a un chico de 29 años de Covid. Tenía en su móvil los videos de mis mítines en las manifestaciones de los no vacunados. La familia me dijo que era fanático mío. No me lo dijeron con enfado, al contrario, y esto me dolió aún más. Siento que esa muerte fue por mi culpa. Y la cosa todavía me molesta hoy. Para mí no era un credo. Cuando vi la realidad con mis propios ojos, me di cuenta de que estaba equivocado”, reconoció Bacco en una entrevista al periódico italiano Corriere della Messogiorno. Se sintió atormentado por la culpa.

Arrepentido

En Italia el movimiento antivacunas ha tenido mucha fuerza. En octubre de 2021, según Reuters, más de 30 policías antidisturbios italianos resultaron heridos y los líderes del partido de extrema derecha New Force de Italia fueron arrestados junto con docenas de otros manifestantes, en una protesta contra las medidas covid y las vacunas.

El núcleo más grande de la red antivacunas italiana es Informare x Resistere (“Informar x Resistir”). Una página extremadamente activa que, incluso llegó a advertir a su audiencia que el gobierno italiano podría usar las vacunas como una forma de encarcelarlos dentro de sus hogares. La organización comparte publicaciones falsas que afirman que las vacunas Covid-19 son peligrosas o incluso posiblemente mortales.

Y entre los líderes de todo ese movimiento estaba Bacco. “Yo fui uno de los primeros. Yo era el único médico joven con experiencia. Lo que decía era oro puro para la gente que tiene miedo y busca certezas. Hice todos los pasos, todos los encuentros, hablé en 300 protestas. Conozco todos los mecanismos internos, desde el lenguaje que había que utilizar hasta el sistema de donaciones a asociaciones. Por eso ahora me temen y me quieren muerto”, señaló Bacco en la entrevista.

Sobre el actual de los movimientos antivacunas, dijo “eramos realmente grandes bastardos. No lo escondo. Esa es la verdad”. Añadió que “por esto, he pedido perdón a todos, pero ese perdón es inútil”.

Bacco indicó que estaba, en parte, motivado por el incentivo financiero de construir una marca como un destacado antivacunas. El médico le dijo al Corriere della Messogiorno que su negocio privado aumentó “mil veces” y que podía cobrar a los pacientes lo que quisiera.

“Creo que los que subimos a esos escenarios tenemos algunos muertos en la conciencia. Hemos sido grandes cobardes todos los antivacunas. Íbamos a las plazas y cuando hablábamos sabíamos que la gente quería escuchar cosas fuertes”, admitió sobre los argumentos que sabía causaban más impacto, como que en las vacunas hay agua del alcantarillado o que los ataúdes estaban todos vacíos, “porque con el Covid no murió nadie”.