Con su capacidad para imitar la conversación humana, programas como el ChatGPT generan temor en muchos sectores: la Casa Blanca convocó incluso la semana pasada a los gigantes de la tecnología para discutir los riesgos potenciales.
Y en los piquetes de los guionistas en Los Ángeles, el tema está en la mente de todos. Sobre todo tras el fracaso de las negociaciones entre los estudios y las plataformas y el Writers Guild of America (WGA), el poderoso sindicato que representa a 11.500 plumas de la industria audiovisual, que desató la huelga el 2 de mayo.
"El arte no puede ser creado por una máquina", critica Eric Heisserer, autor del guión del film "A ciegas" (2018), que fue un éxito en Netflix. "Perdemos el corazón y el alma de la historia... La primera palabra (de IA) sigue siendo 'artificial'", dice a la AFP en un piquete en Hollywood.
El WGA dice que presionó para restringir el uso de IA durante las conversaciones previas a la huelga. El gremio quiere que ninguna producción robótica califique como material "literario" o "fuente", términos que implican pagos por derechos de autor. También quiere evitar que los guiones escritos por sus miembros se usen para entrenar una IA.
Pero el sindicato dijo que los estudios "rechazaron" el planteo y propusieron en cambio una reunión anual para "discutir los avances de la tecnología".