Hace 50 años, el 30 de abril de 1970, mientras cumplía con su deber de expropiar el fundo La Piedad, en Longaví, Hernán Mery fue asesinado con un garrote por un sujeto mandado por el dueño del predio, Gabriel Benavente. Este despiadado señor feudal, se opuso violentamente al acto legal de expropiación, acompañado por otros grandes latifundistas, y de un grupo de personas a los que les ofreció tierras si impedían la actuación de los funcionarios y carabineros. En ese fundo, de sus 18 trabajadores, 13 habían pedido la expropiación. La Cora negoció con los 3 dueños, incluido el autor intelectual del crimen y aceptó la propuesta que ellos hicieron, pero al final, Gabriel Benavente, se negó a firmar. El juicio llegó a la Corte Suprema, la que por unanimidad, aprobó la expropiación.
La derecha actuaba desesperada para mantener el sistema feudal, usando todo tipo de medios, incluso promoviendo, con el apoyo de Nixon y Kissinger un Golpe de Estado contra Eduardo Frei Montalva, en octubre de 1969, el que fracasó por el gran apoyo interno y externo al gobierno, impecablemente democrático.
La política de cambios pacíficos, de integración latinoamericana y de rechazo a las acciones imperialistas de USA y la URSS, que impulsaba el gobierno DC, era combatida por todos los medios por esta alianza espuria derechista y el gobierno de Nixon.
El Partido Nacional, así como todas las fuerzas de derecha y, por supuesto El Mercurio, apoyaban la subversión y la violencia. En un debate en el Senado a raíz de estos hechos, Patricio Aylwin, entonces senador por esa zona, entregó los antecedentes del crimen, entre ellos, la versión del Notario que estuvo presente. Creo que ha sido el único asesinato registrado en vivo por un Notario.
Ese sujeto, Gabriel Benavente, fue actor principal en diversas acciones violentas contra dirigentes campesinos, políticos y funcionarios de Cora, tratando de impedir que se hiciera ese cambio trascendental. Guido Castilla gran amigo, Diputado DC por esa zona, también fue atacado por Benavente, pero libró ileso.
Eduardo Frei Montalva, como se sabe, fue asesinado por la dictadura civil militar, que, a sangre y fuego, devolvió las tierras a sus explotadores. Procesado y condenado, Benavente quedó en libertad el mismo día del golpe de estado.
He conocido derechistas que reconocen sentir más odio contra los DC que contra los comunistas, precisamente por haber impulsado esa Reforma que reconoció la dignidad de personas innegable a más de tres millones de compatriotas.
Como Hernán Mery era militante DC, en su homenaje la JDC bautizó a nuestros equipos de trabajo en el campo como Falange Campesina Hernán Mery y estableció una medalla con su nombre para premiar a los militantes destacados en su rol de servidores del pueblo.
Con la unidad del pueblo se pueden aprobar leyes buenas, ganar batallas importantes, pero con la división y la violencia, los grupos que explotan a la mayoría ganan las guerras.
No habían pasado más de 3 años del golpe, cuando la mayoría de los fundos volvieron a manos de los terratenientes.
La crisis actual, necesita personas comprometidas con ideales y acciones apropiadas, con métodos democráticos que sumen y no resten.
Hasta el momento, estamos perdiendo, porque los poderosos usan todo el poder que la dictadura les dio, cooptaron a muchos que eran sus adversarios y corrompieron el alma de Chile a niveles increíbles.
Pero siempre es posible aprender y cambiar de actitud. Sin odio, sin violencia, podemos terminar con tanto abuso.
Con los grandes líderes y nuestros mártires en la memoria, a luchar activa y pacíficamente por la justicia social, ahora.