Debido a que aún no existe una cura contra esta patología neurodegenerativa, que afecta a 52 millones de personas en el mundo, los esfuerzos están centrados en el diagnóstico oportuno y la búsqueda de métodos efectivos para lograr su prevención.
En este sentido, el laboratorio del Centro Internacional de Biomedicina, desarrolló un estudio dirigido por el doctor Ricardo Maccioni, que demostró el poder preventivo y curativo presente en ciertos alimentos.
“Los nutracéuticos son un componente que proviene de fuentes naturales como frutas, raíces o plantas, y que junto a sus propiedades nutricionales tienen un efecto preventivo de enfermedades”, explica el neurocientífico que debido a su trayectoria está rankeado en el 1% más alto de los investigadores de Alzheimer en el mundo.
Entre las raíces, plantas y alimentos que pueden ayudar en esta enfermedad, destacan los beneficios del Shilajit Andino, Cúrcuma y Romero; así, como también los frutos rojos y uvas, por sus propiedades antioxidantes; cebollas, ajos y jengibre, por su poder antiinflamatorio. Y las manzanas, que, gracias a la Quercetina, enlentecen el proceso de envejecimiento celular.
Basados en la Teoría de la Neuro Inmunomodulación – que establece que la inflamación es un proceso común a todas las enfermedades neurodegenerativas, que conlleva a la desregulación de proteínas y actividad celular-, se estableció que, en el caso de la enfermedad de Alzheimer, esta inflamación produce una fosforilación de la proteína TAU (encargada regular el equilibrio del tráfico de células nerviosas), lo que hace se formen ovillos neurofibrilares. Con ello, se concluye que son múltiples los factores que producen esta patología.
“Hemos llegado a la conclusión que el Alzheimer es una patología multifactorial, y que, por ende, la búsqueda de tratamientos efectivos y preventivos deben tener ese enfoque. En ese sentido las terapías con nutracéuticos son ‘multitarget’, es decir dirigidas a diferentes blancos en la organización cerebral. Los fármacos en sí van solamente dirigidos a un solo blanco, que puede no ser el determínate de la patogénesis”, asegura el académico.
Con esta premisa, los investigadores buscaron fuentes naturales que pudieran tener estas propiedades “anti alzheimer”; las seleccionaron, de acuerdo a la evidencia científica, e hicieron un análisis más específico de sus moléculas hasta encontrar compuestos naturales que tuvieran las características curativas que se buscaban.
“Nos centramos en la proteína tau, que es la línea de investigación que tiene el laboratorio, y encontramos nutracéuticos que tienen propiedades que permitirían estimular la neuroregeneración de neuronas, y -combinados con otros compuestos con características anti proteína tau- pueden hacer disminuir los efectos de la enfermedad”, comenta la doctora Camila Calfio, investigadora asociada del Centro Internacional de Biomedicina.
Las principales observaciones de este estudio – en el cual también participó la doctora Andrea Gonzalez, el doctor Leonel Rojo de la Universidad de Santiago de Chile y el doctor Sandeep Singh del Centre of Biomedical Research de India -, fueron publicadas por el Journal of Alzheimer’s Disease. Titulado ‘The Emerging Role of Nutraceuticals and Phytochemicals in the Prevention and Treatment of Alzheimer’s Disease’, presenta el listado completo de compuestos nutracéuticos con propiedades útiles para el tratamiento o la prevención del Alzheimer.
Cabe destacar que según antecedentes de la Alzheimer’s Disease International, se estima que 1 de cada 9 personas, mayores de 65 años, presenta algún tipo de demencia. Cifra que aumenta de 1 cada 2, en mayores de 85 años. En Chile, se proyecta que a 2050, más de 600 mil personas padecerán esta patología, o algún otro tipo de demencia.
“El principal aporte de nuestra investigación, no sólo está en el respaldo científico que otorga al uso de los nutracéuticos para los tratamientos y prevención del Alzheimer, sino también en el cambio de paradigma que planteamos respecto al enfoque multitarget de la enfermedad. Creemos que ahí está el camino correcto para seguir avanzando en la búsqueda de respuestas sobre esta patología que afecta a millones de personas en el mundo. Seguimos trabajando”, finaliza el doctor Maccioni.