"Lo primero que tengo que decir es que es doloroso por el minuto en que nace, que es la muerte del carabinero Daniel Palma. Luego es doloroso para mí porque jamás tuve la intención de generarle dolor a nadie".
Esas son las palabras con que la periodista Paulina de Allende-Salazar parte comentando el episodio que terminó con su despido de hace siete días, momento en que su vida diera un giro en 180 grados, tras el veto que le hizo el general de Carabineros, Álex Chavan, quien se negó a iniciar una conferencia de prensa con ella presente. Minutos antes, la periodista había llamado "paco" al mártir de la institución.
En entrevista con la revista Sábado, De Allende-Salazar comenta lo que ocurrió ese día: nada había sido planificiado, y la enviaron en un móvil al centro de Santiago, mientras ocurrían distintos allanamientos en la búsqueda de los autores del homicidio del cabo Palma.
"Yo no conocía mayores detalles aún de la comisaría, iba a reportear ahí porque no tenía a nadie que me entregara información. Así, fui contando que había hartos procedimientos de Carabineros, que había harto taco porque estaban trabajando en distintas partes, pues estábamos a cuadras de donde había sido el disparo del carabinero Daniel Palma; era la zona donde había ocurrido todo. Estaba narrando la atmósfera. Y es ahí donde cometo el error", cuenta.