Oh I'm just counting

La Democracia Cristiana en la UP. Por Ricardo Hormazábal, expresidente del PDC

El profesor y rector de la Universidad Diego Portales Carlos Peña comentó el libro de don Patricio Aylwin, "La Experiencia Política de la UP" y llega a algunas conclusiones sobre la DC que me parecen erradas.

Sostiene que la DC “se intoxicó de utopismo”.

La DC impulsaba una Revolución en Libertad, pacífica y respetuosa de los derechos humanos. Se podrá discrepar de ese enfoque, pero no ser confundido con una propuesta totalitaria o excluyente.

La DC planteó que, para continuar con los cambios iniciados con Frei, se necesitaba ser mayoría política, social e institucional.

No era una visión abstracta. Sabíamos que la derecha y EEUU promovieron en 1969 un Golpe de Estado para
derrocar al presidente Eduardo Frei Montalva, para evitar que siguiera con los cambios democráticos y que, por otra parte, la Revolución Cubana estaba ganando influencia en la izquierda tradicional para que se sumara a la lucha armada.

Por ello, era vital fortalecer las mayorías democráticas en todas las instancias. La izquierda completa rechazó ese llamado.

¿Cuántas misas de duelos se habrían evitado si la consigna “con Tomic ni a misa” no hubiese intoxicado a la entonces UP?

Cuando la derecha y la izquierda coinciden para arrinconar a la DC para las elecciones de 1973, la Democracia Cristiana se ve obligado a formar la Confederación Demócratica (CODE) con la derecha.

Tomic le advirtió a Allende la magnitud del error y la figura moral más destacada de la DC de entonces, Bernardo Leighton, declara que para salvar la democracia nos aliaríamos con la derecha o con el diablo si es necesario. Eso es realismo político para aplicar valores.

El profesor Peña se equivoca al diferenciar la sociedad que buscó crear la UP, no fue el socialismo, con sabor a vino tinto y empanadas, que proclamaba Allende en sus discursos, sino la inaceptable Dictadura del Proletariado, que fue promovido por la mayoría de las fuerzas de la UP, cómo se ha demostrado en múltiples publicaciones.

Patricio Aylwin y figuras como Clodomiro Almeyda, Ricardo Lagos, Enrique Silva Cimma y otros aprendieron del horror y lograron un acuerdo con resultados que el presidente Boric, ahora en España, reconoce.