La NASA desarrolló el collar Pulse, que emite vibraciones mediante un sensor de proximidad cada vez que la persona que lo usa se lleva la mano cerca de su cara.
De esta forma, el collar ayuda a cumplir una de las recomendaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos de no tocarse el rostro para prevenir las infecciones relacionadas a la novel enfermedad.